Bienvenidos.

Este es un espacio creado para tener interacción con todas aquellas personas que se interesen en la novela Para decir adiós: Las dos Princesas, publicada por Editorial Endira, la cual se encuentra a la venta en librerías de México y en todo el mundo mediante Paypal en compra directa aquí en el blog.

lunes, 28 de noviembre de 2016

Te invito al "Zombie Challenge."





Bienvenidos, gracias por estar de vuelta, se acaba noviembre y estaremos entrando de lleno a las fiestas navideñas y al último mes del año, para mí también tiene el especial significado de estar a escasos tres meses de la publicación de Para decir adiós: Las dos Princesas, la emoción para mí es muy grande.

En el transcurso de la semana pasada, me dediqué a revisar de nueva cuenta (creo que ya debo sabérmela de memoria) a Las dos Princesas, lo increíble es que aún encontré algunos errores ortográficos los cuales ya han sido reportados a Endira Editorial,  por lo que espero que en los primeros días de 2017 se envíe por fin a la imprenta, también estuve a punto de confirmar mi asistencia a mi primer convención de cómics, la Concómics de Guadalajara, una de las más grandes de Latinoamérica, para promocionar Para decir adiós, sin embargo y dado que dicho evento sería los días 11 y 12 de diciembre, al final consideré que el asistir sería sumamente apresurado y por tanto no se alcanzaría a llevar el material necesario para efectuar una promoción correcta, sin embargo agradezco a Endira Editorial su disposición para apoyarme.

Me hubiera encantado asistir pero creo que lo mejor es esperar al evento del próximo año, en esta ocasión además de promocionar mi novela hubiera tenido la oportunidad de conocer a un gran dibujante de Marvel cómics como Jae Lee y una hermosa modelo alternativa como Riae, pero espero que el próximo año, el gran fan que hay en mi tenga la oportunidad de conocer a otras personalidades.  

Black Widow y Ronin por Jae Lee


Riae

  
El título del artículo se refiere a las modas impuestas por las redes sociales, respecto a las cuales antes que nada quiero expresar algo:
Por supuesto no soy, o al menos creo no ser, un amargado que se opone a todo lo que tenga éxito, ni un cascarrabias que intenta señalar solo lo malo de las cosas, si algo me gusta lo acepto y ya, sin importar si le gusta a millones de personas o únicamente a mí.



En México tenemos una palabra para definir lo contrario a lo que he especificado, le llaman “chotear” y se refiere a la acción por la que una canción, película o actitud que al ser seguida por la gran mayoría, termina por ser repudiada por los seguidores originales quienes refieren que eso ya está “muy choteado”.

Lo anterior a mi muy particular juicio resulta del todo absurdo, como decía, a mi consideración si algo te gusta es porque te agrada a ti y logró establecer una conexión con tus sentimientos y emociones, sin importar la opinión de otros al respecto.

Ejemplos que he visto directamente de lo anterior son lo ocurrido con las películas Titanic y Avatar de James Cameron, el susodicho director era admirado por todos los seguidores de la ciencia ficción tras su grandes trabajos en Terminator, Alien regresa y el abismo, los cuales a pesar de ser grandes éxitos de taquilla, seguían siendo seguidas principalmente por los aficionados al género, a muchos de los cuales les gusta específicamente  por hacerlos sentir de gustos “especiales” o “únicos” , por el contrario con Titanic y Avatar (las dos películas más taquilleras de la historia) el fanatismo se extendió incluso hacia los que no gustan del reservado genero de la ciencia ficción.

Cuando recién fueron estrenadas, los seguidores de Cameron (entre los cuales me incluyo) vitoreamos el logro conseguido por sus cintas, sin embargo a medida que también se extendía el furor hacia un nivel general convirtiéndolas en las películas más populares de la historia, muchos seguidores comenzaron a repudiar ambas películas e incluso a su director, su pecado fue únicamente haber conseguido un éxito sin precedentes que a sus fans ya no les permitiría sentirse “únicos”.

A mi Avatar y Titanic me parecieron grandiosas y siguen pareciéndomelas, que si hay huecos en el guión no es algo que me importe, por más de dos horas me emocionaron transportándome a otro mundo y haciéndome sentir nuevamente un niño y eso no lo va a cambiar el que al resto del mundo le hiciera sentir lo mismo.

Dicho lo anterior, vuelvo a señalar no soy enemigo de las modas, al menos no de todas, sino solo de aquellas que a mi juicio ponen de manifiesto la falta de espíritu crítico y de discernimiento que las redes sociales nos han robado.



Desde el Ice bucket Challenge, el Gangma Style pasando por el Harlem Shake hasta el más reciente Manequin Challenge,  lo más importante no es el hecho en sí que se ha convertido en moda, sino la moda per se, lo importante es seguir lo que todos están haciendo, sin importar si es interesante, divertido o único, sino no solamente el no quedarse fuera de lo que el resto del mundo nos dicta que debe hacerse.

Sobre un tema similar, ya en varias ocasiones he escuchado, tanto en la televisión como en pláticas directas, a personas que dicen:

“Debo viajar a tal lugar o hacer tal cosa porque es una  de las cosas que debes hacer antes de morir”

En la  web encontraran miles de listas por el estilo ante las cuales yo me pregunto:

¿Por qué puede ser vital para mí lo que otro dice que tengo que hacer?

Más cuando esa persona no me conoce ni yo a ella, no sabe de mis gustos, anhelos o ilusiones.

Un ejemplo de lo anterior es el hecho de pasar el año nuevo en Times Square en nueva york, he escuchado a personas en la televisión decir, “Fui porque es de las cosas que debes hacer antes de morir”

A mí me parece absurdo viajar a algún sitio o hacer algo únicamente porque una lista lo dice o porque es la idea que me ha vendido la televisión.

Hace unos días publique en Facebook:

“Viendo a los cientos de miles que están haciendo el Mannequin Challenge no me sorprende que en Estados Unidos haya ganado Trump, que en México gobierne Peña Nieto, en España Rajoy y en Argentina Macri… y vendrán cosas peores.”

Hubo quienes me dijeran que mi comentario no tenía nada que ver, que quería sentirme especial o único al resto de las respetables personas que imitan el citado “reto”, que yo sigo sin entender que tiene de reto algo tan simple y vacuo, pero en fin, el punto es que a mi juicio tiene mucho que ver toda vez que al convertirse en un seguidor de las modas es más fácil que caigas en las manos de los mensajes de políticos sin escrúpulos.

Cuando se iba a celebrar la elección presidencial en México,  en la fila del supermercado escuché de viva voz decir a una señora:

“Yo voy a votar por Peña Nieto, porque está guapísimo.”

Ante aquel “sesudo” comentario a mí me dieron ganas de gritarle a la dama:

“Señora va usted a escoger presidente no a quien se la lleve esta noche a la alcoba”

Sobra decir que como protección a mi integridad personal terminé por no decirle nada a la rolliza señora.

Al respecto en la calle también escuché a un joven decir.

“Hay que votar por Peña Nieto, ese es el que dicen que va a ganar.”

Es decir el tipo iba a votar por una persona que no conocía y sobre la cual no se había informado sobre su actuar público y antecedentes sino que lo iba a hacer porque era la moda porque “decían” que ese era el “indicado”.

En redes sociales compartimos sin ton ni son “noticias” de las cuales desconocemos totalmente su veracidad, las damos por hecho y hacemos que la falsa y perniciosa información se multiplique hasta llegar a millones de personas, repetimos que Barack Obama ha sido el mejor Presidente de Estados Unidos cuando no contamos con hechos fidedignos para hacerlo, cuando desconocemos de primera mano si dicho mandatario ha dejado en una profunda crisis económica y social  a su País, si las expectativas de su mandato quedaron muy lejanas a la realidad o si de alguna manera hizo justicia a los afroamericanos acotando la profunda brecha racial, por el contrario nos gusta compartir el vídeo en el que baila, viaja en patineta o hace bromas con una bascula a uno de sus empleados como si esto fuera un reflejo de su actuar como Presidente.

A mi juicio, dichas imágenes únicamente nos dice que el político en cuestión puede ser sencillo, chabacano y populachero, pero en ningún momento es un referente para catalogar su actuación como funcionario o estadista y mucho menos para calificarlo como “el mejor en la historia.”

Incluso hay vídeos que dicen sobre el:

“La verdadera historia de la anécdota de Barack y Michelle.”

En dicha “verdadera” historia se reproduce un chiste o broma que se hacía desde los tiempos en que Bill Clinton fue presidente, cambiando únicamente a unos de los personajes de un despachador de gasolina a un mesero, y quien lo hace se atreve a decir que esa historia es real y más gravemente aún, es compartida por otros sin saber que están esparciendo una mentira.  

Hace poco se hizo viral el vídeo donde una señora con una máscara de un personaje de Starwars reía desaforadamente, ante tantos comentarios al respecto en los que me decían que dicho vídeo era graciosísimo me dispuse a verlo con verdadero animo e intenciones de pasar un buen rato, pero a pesar de mi voluntad por hacerlo, las imágenes en cuestión me parecieron de lo más sosas al punto de ni siquiera poder terminar de verlo, con lo anterior no quiero decir que yo sea especial ni quiero sentirme único o más inteligente que nadie, simplemente quiero señalar que a pesar de toda mi disposición lo visto no me agradó y no me iba agradar solo porque millones de personas dijeran “esto es lo más gracioso que he visto en mi vida” 



A medida que te vuelves un seguidor de las modas es más fácil que sigas en todos los aspectos de tu vida, cediéndole la oportunidad de decidir a otros por ti y convirtiéndote en alguien que seguramente triunfará dentro del  Zombie challenge.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Chewie, we're home. Los invito a conocer mi casa




Bienvenidos, muchas gracias por su apoyo a mis escritos y publicaciones, en verdad son para mí invaluables ya que me permiten darme cuenta que no estoy hablando ante un auditorio vacio. En alguna otra ocasión comentaba la inmejorable enseñanza de mi pequeño hijo, quien en una tarea en la que se le cuestionaba sobre el porqué elegía a algunos sobre otros como sus mejores amigos, su respuesta fue muy simple y sincera:

“Porque ellos me escuchan y siempre me hacen caso.”

Así que con toda seguridad y sin exagerar puedo llamar amigos a todos los que me favorecen visitando regularmente este blog, a los cuales  les externo un agradecimiento de todo corazón.



El día de ayer volví a tener comunicación con Endira Editorial, quienes me han enviado el resultado final, listo para imprimirse, de Para decir adiós: Las dos Princesas, por mi parte debo volver a revisar el texto y en caso de que no haya ningún cambio dar mi consentimiento para que se vaya a la imprenta.

Por tal motivo, quizá distraiga un poco mi atención del blog y por unos días las publicaciones no sean constantes, aprovechando lo anterior el día de hoy quiero presentarles lo que es mi casa, Chiapas, uno de los estados más bellos de la república Mexicana, haciéndoles una cordial invitación a que en cuanto tengan una oportunidad aprovechen para conocer este rincón del Reino Etéreo en la tierra. 


Murales de Bonampak.



Carnaval en San Juan Chamula.


Cañon de La venta.
 Lagos de Montebello

 Cascadas de Agua Azul


 El Chiflón


 La cima de las cotorras
 Volcán Tacana.



El mítico y majestuoso cañón del sumidero, al cual los Chiapas se arrojaron para no ser esclavizados por los conquistadores. 

 Fuente de Chiapa de Corzo

 Palenque.
San Cristóbal de Las Casas.

Iglesia de Tecpatán

Iglesia en San Cristóbal de Las Casas


Fiesta de San Sebastián en Chiapa de Corzo





Muchas gracias y estoy seguro que al venir a Chiapas tendrán muchos amigos, por último  en su viaje no se olviden de tomar pozol al lado de la iglesia de Chiapa de Corzo, la leyenda dice que él que lo hace sin duda alguna regresará pronto a Chiapas.   

   

lunes, 14 de noviembre de 2016

Mi mundo menguante.



Buen día sean bienvenidos de nueva cuenta a este blog en el que siempre serán recibidos con un enorme agradecimiento por tomarse el tiempo para leer mis artículos  y mis historias, eso es en verdad sincera amistad de su parte.

Una de las características más interesantes y bellas de la ciencia ficción y la fantasía es la posibilidad de tratar en ella temas y preocupaciones que inquietan al ser humano desde que tuvo conciencia de su existencia y poder hacerlo desde una óptica totalmente diferente como si se tratará de una maquina de humo que permite poner cierta niebla a cuestionamientos que vistos de manera diáfana podrían resultar brutales para nuestra visión, uno de esos temas es por supuesto nuestra propia mortalidad.

Como bien lo dice el refrán, cada uno de los más de siete mil millones de habitantes de esta esfera azul compartimos una certeza inexorable:

“todos nos dirigimos hacia la muerte”

Tarde o temprano nuestro final destino será llegar a lo que percibimos como algo fatal y desconocido, a través de la literatura de fantasía y de ciencia ficción innumerables autores han abordado el universal temor que la mayoría sentimos por la muerte encausando sus narraciones a la búsqueda de la inmortalidad de sus personajes, sin embargo en la mayoría de los casos, para quienes han alcanzado la perennidad de sus cuerpos, tal condición siempre es presentada más como una maldición que como el añorado premio que perseguían con ahínco.

¿Es lógico que  aquello que tanto deseamos pueda terminar resultando un acontecimiento abominable?

Desde Drácula hasta los androides de historias futuristas, para cada uno de ellos la perseguida inmortalidad acaba siendo una terrible condena de la cual buscan desenfrenadamente apartarse.

Lo anterior siempre resultó para mi inexplicable;

¿Cómo puede alguien no aferrarse a la vida eterna?

La dolorosa respuesta, como otras a los más importantes cuestionamientos de mi vida, me ha llegado solo con el tiempo.

Al día de hoy tengo 41 años y algunos de los más importantes aspectos de mi vida comienzan a difuminarse, ahora recuerdo entre risas, el momento en que mi madre cumplió 40 años, mi hermano mayor me vio con profunda preocupación y me dijo:

“Nuestros padres ya están grandes”

Aquello representaba, como cualquier reflejo del paso del tiempo, una inminente y grave preocupación para mí, puesto que desde mi percepción a medida que yo iría creciendo mis padres y abuelos irían tornándose viejos.

Al día de hoy, cuando ya soy mayor de la edad que en ese entonces tenía mi madre, y que a ella, ya con 60, la veo tan fuerte como lo veía en ese día, he comprendido lo joven que eres a los cuarenta años, sin embargo no puedo dejar de aceptar que el tiempo ha pasado y que a todos nos va cobrando factura ya sea en nosotros mismos o en nuestro mundo.



Mi mundo comienza a difuminarse levemente, ya hay una ligera niebla en el, mi padre ya no está y la gran mayoría de los viejos a los que conocí en mi niñez también se han marchado y su lugar ha sido ocupado por los fuertes jóvenes que fueron mi madre y mis tíos.

Mi adorado abuelo Francisco, nos narraba una historia que presenció cuando era apenas un poco mayor de lo que hoy soy; un querido amigo que se había marchado de la tierra natal desde la juventud, un buen día regresó a casa, ya convertido en un hombre hecho y derecho, en cuanto llegó comenzó a visitar a los amigos de antaño pero se sorprendió cuando en cada casa se encontraba con notables y sensibles ausencias, entonces muy preocupado le comentó a mi abuelo:

“Entonces dime tu Pancho ¿En donde es que están todos los viejos?”

Mi abuelo le sonrió y le dijo:

“No lo ves, ahora los viejos somos nosotros.”

En mi mundo comienzan a haber brumas, el de mi madre ha menguado y el de Don Pancho prácticamente ha desaparecido.

El mundo en el que mi abuelo se encuentra es un sitio prácticamente extraño para él, aquí ya no está su esposa ni ninguno de sus mejores amigos, incluso muchos de los jóvenes que lo llamaron maestro también se han ido, en cambio nos encontramos un grupo de personas que difícilmente nos tomamos el tiempo de escuchar sus historias y pasar más de unos cuantos minutos con él.

Ahora, en cada diciembre en que la familia se reúne en casa para las fiestas navideñas, mi abuelo ha dejado de ser un protagonista y se ha vuelto un espectador, uno al que casi nadie quiere escuchar y eso es en verdad doloroso.

Por mi parte como la gran mayoría, sueño con la inmortalidad o con una vida muy duradera sin embargo deseo que sea una en la que esté solo mientras mi mundo no haya menguado por completo.

En memoria a mi tía Toyita.  

miércoles, 9 de noviembre de 2016

A la Clinton le hubiera venido muy bien un veloz Jackalope.






Bienvenidos me honra sobremanera que hayan decido visitar el blog de Para decir adiós: Las dos Princesas, muchas gracias por su atención para leer mis artículos.

El día miércoles 9 de noviembre de 2016 muchos despertamos con la nada grata sorpresa del triunfo del republicano Donald Trump en la elección a la presidencia de Estados Unidos, en México tras los repetidos insultos y amenazas del ahora presidente electo, los comicios de nuestro poderoso vecino se siguieron con un inusitado interés, casi como si se tratara de la elección de nuestro propio dirigente.

Tal como uno de mis hermanos decía con justa razón, nuestra crítica al pueblo que acaba de elegir a un candidato déspota, misógino y racista, no puede ser tan dura, puesto que no hace más de cuatro años los mexicanos elegimos a un títere idiota para que dirigiera los destinos de nuestro país.



Al respecto creo que todo se habrá dicho ya, sin embargo aprovechando su generosa atención, en lo personal me gustaría poder comentarles dos cosas que me parecen bastante preocupantes.

La primera y no sé si la más grave, es que a partir de que tomé posesión como presidente, se le habrá otorgado también  el título de comandante supremo del aún ejército más poderoso del mundo a un tipo que ha hecho del odio su bandera, en verdad y por el bien de todos espero que sus palabras hayan sido solamente las de un bravucón que quería atraer la simpatía de otros baladrones y no que en el interior de su pensamiento se encuentre sumamente incoado todo ese odio esperando cualquier pretexto para aflorar.

El siguiente punto tiene que ver con lo que está ocurriendo en otros lugares del mundo en los que el mensaje de odio ha logrado propagarse sorprendentemente. 

Apenas a mediados de este mismo año, el Brexit triunfó también con un discurso xenofóbico, por otra parte en Colombia el pueblo se opuso a un tratado de paz, principalmente  –al menos desde la óptica que se tiene desde lejos- por no poder perdonar los crímenes cometidos por las FARC, es decir en cierta medida surgió nuevamente ese miedo y odio, para terminar con el oscuro cuadro en España se ha elegido al peor candidato –desconozco si dicha elección fue por ignorancia, por clientelismo o por el marasmo de una sociedad y generación poco interesada en los cambios sociales-

Algunos culpan a la generación denominada Millennials, generación a la que se le achaca un enorme desinterés, pero habrá que recordar que al menos por cuanto hace al Brexit el voto duro fue dado por las personas de más edad.

En lo personal creo que la libertad absoluta está demasiado sobrevalorada, hay personas que no deberían tener el derecho a votar.

Dejo atrás temas tristes y doy paso a la fantasía, cuando inicié el blog, además de dar a conocer mi libro opté por difundir algunos mitos que quizá para algunos no sean tan conocidos y que en lo particular me encantan, uno de ellos es el del Jackalope.



La primera vez que vi a tan singular criatura fue en el corto animado “boundin” de Pixar, en el que un Jackalope le enseña a olvidar sus problemas a una oveja recién trasquilada.


Tratando de conocer más al respecto del personaje me enteré que se basaba en una leyenda del folclore de Estados Unidos, en la cual el imaginario animal es una mezcla entre una liebre y un ciervo, de este ultimo solo tiene la cornamenta, su nombre le viene de la mezcla entre los vocablos en ingles (Jack)rabbit y ante(lope).

Entre las características singulares de los Jackalopes se puede mencionar que se les atribuye el poder de imitar cualquier ruido, entre ellos por supuesto la voz humana, lo que es muy conveniente para poder ser una criatura muy elusiva que distraiga a sus perseguidores con gritos como ¡Por aquí! o ¡ya lo encontré!

La mejor manera de cazar a un Jackalope es dejando una botella de whisky en el campo, de la cual el mítico animal tomará hasta hastiarse para terminar su aventura con una buena siesta, momento propicio para capturar al animal –será que los cazadores terminan por acompañar al jackalope en la parranda porque nadie ha capturado a algún ejemplar-  



También se señala que a las hembras se les puede ordeñar cuando están panza para arriba, se dice que su leche tiene propiedades curativas asombrosas.


Así es que si alguna vez tienen la fortuna de ver a un jackalope por favor denle un saludo e invítenle una botella de borboun de mi parte. 

lunes, 7 de noviembre de 2016

El síndrome del Azteca volador





Comenzando una nueva semana, ahora en el mes de noviembre, les doy gracias infinitamente por estar visitando el blog de “Para decir adiós: Las dos Princesas.”

Para los que están de visita por primera vez, con todo gusto les comento que “Para decir adiós” es, entre otras cosas, una historia de fantasía, que si todo sale bien, será publicada en tres libros: Las dos Princesas, La canción del Fénix y El Tercer Reino.

En el transcurso de la saga, de la cual el primer libro estará disponible en librerías en el mes de febrero del venidero 2017 y del cual La canción del Fénix se encuentra escrita en un treinta por ciento, he intentado introducir a diferentes criaturas del folclore mundial que me parecen fascinantes.



Si atendemos a los principales libros de fantasía occidentales, la gran mayoría se basan en los mitos celtas, griegos, romanos o vikingos, por supuesto que yo no pude sustraerme totalmente de ellos puesto que son tan profundos y llenos de historias admirables que es imposible no quedar atrapado por su magia, sin embargo, como un acto consciente, he pretendido también incorporar principalmente mitos ibéricos, que por supuesto como mexicano se encuentran muy ligados a mí, y que son igual o más sorprendentes que los anteriormente citados.

También como un acto consciente y tratando de evitar lo que alguna vez alguien llamó acertadamente “El síndrome del azteca volador” no he incorporado mitos prehispánicos, más allá de que uno de los protagonistas de la historia tiene entre sus muchas armas un Macahuitl –la principal arma azteca-.

Aclaró a que se refiere el citado síndrome, a los mexicanos cuando nos da por sentirnos muy mexicanos, de inmediato nos aparece el orgullo azteca y nos sentimos guerreros águila prestos a defender la historia nacional, por supuesto omitiendo que en esa historia nacional tenemos una invaluable herencia ibérica y que en México los aztecas eran solo una de muchas y muy diferentes culturas.

De tal forma el principal estadio mexicano de fútbol es, “El estadio Azteca”, una de las televisoras nacionales es “Televisión Azteca”, los comentaristas deportivos llaman siempre a nuestras selecciones “El equipo azteca” y no falta el intelectual o el político que nos llama “La nación azteca.”

Por otra parte jamás he escuchado que al referirse a algo de carácter nacional se le imponga el apelativo de “Maya” “Huichol” “Zapoteco” “Tolteca” “Olmeca” “Zoque” o cualquiera otra de las más de 50 culturas que habitaban lo que hoy es México desde antes de la llegada de los españoles.



Así es que el falso orgullo nacional, aparece puntualmente como “Azteca”, por tanto es muy dado que para aquellos que pretendemos contar historias, para sentirnos muy mexicanos de inmediato nos surge la pasión por nuestra historia pre cortesiana e incluimos en nuestras narraciones elementos Aztecas aún y cuando estos se salgan del contexto de lo que pretendemos contar, en el mundo de los cómics nacionales esto aparecía generalmente como el azteca volador, es decir un superhéroe vestido de caballero tigre o águila que se dedicaba a impartir la justicia a macahuitlazos volando entre los edificios de la enorme Ciudad de México.

En “Para decir adiós” los principales personajes son Elfos y Hadas, por lo que consideré que dicho contexto no era el propicio para incluir elementos precolombinos, lo cual aclaró, de ninguna manera quiere decir que en lo personal no esté orgulloso de esa parte de mi cultura nacional, sino que pensé que tenía que ser fiel a la historia que pretendo contar y por supuesto en ella no había espacio para esos mitos.

Sin embargo, por supuesto, que en otras historias los habrá.  



Entre los muchos mitos que me encantan esta el del Jackolope perteneciente al folclore de los pueblos de Norteamérica, sin embargo terminé por no incluirlo por las razones antes expuestas, pero en el artículo del próximo miércoles platicaremos largo y tendido de tan singular y bella criatura.



Que tengan una semana fabulosa, muchas gracias por leerme.