Millones de gracias por estar visitando nuevamente éste blog,
ante todo deseo disculparme por las prolongadas ausencias que he tenido estos
meses pasados, sin embargo entre el trabajo, mis pequeños hijos y la promoción
de Para decir adiós: Las dos Princesas, se me ha complicado el dedicar el tiempo
necesario al blog, además últimamente he tenido problemas para lograr
conectarme a G+ que es el foro donde usualmente lo promocionaba.
Por si fuera poco, todo lo relacionado con mi libro ha sido
una verdadera montaña rusa de emociones que incluso hasta me hicieron enfermar
por los nervios de las primeras presentaciones, pero como les decía espero
atender el blog sin más pretextos.
Mi pasión por los cómics surgió desde muy temprana edad,
aproximadamente cuando tenía cuatro o
cinco años, mi padre me regaló una serie de historietas mientras yo convalecía
de una enfermedad, entre ellos el que más recuerdo era “El sorprendente hombre
araña” número nueve con la primera aparición de electro, desde ese momento
nació un romance con el noveno arte que hasta el día de hoy perdura.
Como un ferviente seguidor de las historietas siempre esperé
con ansia y me emocioné cada que se anunciaba la producción de alguna película
basada en ellas, en mi niñez incluso disfruté emocionado aquellas primeras
películas del Hombre Araña y el Capitán América, a pesar de su evidente baja
calidad, así también cada semana esperaba impaciente los capítulos de las series
televisivas de Hulk (que en México era llamada el “Hombre increíble”), la Mujer Maravilla, Batman y
el Avispón Verde.
Sin lugar a dudas las primeras películas que hicieron
justicia a la fuente de la que emanaban fueron “Superman the movie” de Richard
Donner, ya en aquel muy lejano 1978 y diez años después el Batman de Tim
Burton, coincidentemente ambas películas basadas en los personajes insignia de
DC cómics.
Para Marvel el llegar a una película digna tuvo que esperar
muchos años más, pasando en el proceso por tristes intentos que provocaban pena
ajena, hasta llegar a los “X-MEN” de Bryan Singer hace ya 17 años, para el 2002 llegó el
turno de “Spiderman” de Sam Raimi y su gigantesco triunfo en crítica y taquilla abrió la puerta para el alud de
films basados en historietas que se vive hoy en día.
Desde esa fecha hasta hoy, hemos podido ver versiones de
todas las calidades posibles, desde películas redondas hasta verdaderos bodrios
que creo jamás se deberían haber realizado, entre los titanes editoriales del
cómic de superhéroes sin duda Marvel ha salido mejor librado, es por ello que
sobre todo entre el público más joven se
ha hecho de una ferviente legión de seguidores que defienden a muerte a sus
amados personajes.
Dicho fervor puede verse en cualquier foro de cine o red social en la
que se anuncia o promociona alguna de
las nuevas cintas de Marvel o DC, en donde se produce una encarnizada lucha
entre los seguidores de cada compañía, en la cual –usualmente con argumentos
muy pobres- se denostan unos a otros.
Para mí, si tú eres un apasionado de cualquier medio de
expresión del arte, lo disfrutaras sin importar quien lo produce, motivo por el
cual me resulta increíble de creer que haya quienes condicionan sus gustos en
relación con la compañía productora.
Lo anterior, sin duda, es alentado por las propias compañías
productoras de películas, creo que sobre todo Marvel porque sus fervientes
seguidores jóvenes, muy activos en las redes sociales, tratarán a toda costa de
efectuar una campaña negativa en contra de las películas de Warner-DC,
repitiendo al unísono las críticas, que
a mi gusto personal, son injustificadas.
A pesar de la pasión y empeño que sus creadores ponen en cada
uno de esos films, no hay que olvidar que tanto para Marvel-Disney como para
DC-Warner, principalmente se trata de un negocio y de uno muy jugoso que genera
miles de millones de dólares al año, por lo que no siempre se dará entre ellos
una batalla con cortesía.
En alguna ocasión leí a un crítico decir que Disney no hacía películas
sino anuncios de juguetes de dos horas, por mi parte me encantan también las
animaciones de Disney y creo que en ellas hay mucho talento artístico sin
embargo no puedo dejar de notar también que de alguna u otra manera el crítico
al que me refería al inicio de este párrafo tiene algo de razón.
Uno de los principales argumentos con los que los fanboys de
Marvel y la propia critica “especializada” ataca al universo cinematográfico de
DC es el escaso éxito obtenido en comparación con el de Marvel, sin embargo en
el próximo artículo les demostraré con la frialdad de los números en taquilla que
esto no es del todo exacto, a menos que entre los ingresos debamos considerar también
la venta de juguetes, mochilas, cobijas, vasos y demás mercancía en la que sin
duda Disney es el rey indiscutible.