Les agradezco infinitamente su
generosidad al reglarme unos minutos de su tiempo para leer lo que publico.
Últimamente me he topado con
publicaciones en Facebook que me han llamado poderosamente la atención, en
ellas se trata de pregonar un nacionalismo mexicano a ultranza denostando la
herencia española que hay en este País.
Diciendo que España nos trajo la
pobreza y la ignorancia con base a la religión católica
Para algunos, sobre todo para los más jóvenes,
es regla rechazar esa parte de México, sintiéndose progresistas o
revolucionarios por ello.
México es un país pluricultural pero
con toda seguridad puedo decir que más de un 90% de la población somos
mestizos, mestizos que en su enorme
mayoría provenimos de la mezcla entre alguna de las muchas naciones indígenas, que
habitaban este territorio antes de la llegada de Cortes, y nuestros ancestros provenientes
de España.
Por tanto en cada uno de nosotros hay
mucho también de España y rechazarlo es rechazarse a sí mismo.
Yo al igual que el resto de mis
compatriotas nací con ese estigma, ese trauma que es uno de los grandes
responsables de nuestro estancamiento como nación.
A los mexicanos se nos enseña a odiar
al “maligno” conquistador español que vino a robarnos y a destruir nuestra
patria y vamos por la vida con esa carga de odio, sin considerar que ella misma
nos hace odiar una parte de nosotros mismos.
En México se admira al de tez blanca,
se le considera superior, al grado de considerarlo un aspecto de belleza, es
usual escuchar cuando un bebe recién nace:
“Mira qué hermoso, está bien blanquito.”
Lo anterior lleva un trasfondo
totalmente negativo, nos avergonzamos de nuestro mestizaje y de nuestra piel de
bronce.
Odiamos y amamos al conquistador y
odiamos y amamos al indígena que se dejó conquistar, y repito, desgraciadamente
con ello nos odiamos a nosotros mismos.
Esa inquina nos ciega al grado de no permitirnos
ver una verdad que debería ser indiscutible:
Antes de la llegada de los españoles a éste territorio, México no existía.
Esto es por lo siguiente, en el
territorio que hoy llamamos México, había un conjunto de naciones
independientes en su gobierno y con grandes diferencias culturales unas de
otras, había Mayas, Aztecas, Tarascos, Huicholes entre otros muchos pueblos que
ni culturalmente ni estructuralmente constituían una sola nación, ese México autóctono
y romantico que muchos quieren ver es solo una fantasía que ellos se han construido.
La conquista de Hernán Cortes no fue
hacia México, sino hacia cada uno de esos pueblos, entre los cuales quizá el
más poderoso militarmente era el Azteca y por ello erróneamente nos vemos
representados principalmente en ellos.
México
no fue conquistado, México fue creado y se originó con el mestizaje provocado
entre españoles e innumerables naciones indígenas.
Por supuesto los primeros españoles que
llegaron fueron soldados y ex reos y
entre ellos difícilmente se iba a encontrar gente culta – otro aspecto de
nuestro enorme trauma es provenir precisamente de ellos- pero lo que muchos
dejan de considerar es que incluso ellos nos estaban legando indirectamente una
enorme riqueza cultural.
Góngora, Velázquez, Goya y Cervantes
son también parte de nosotros, son también parte de nuestra cultura mexicana así
como lo es también toda esa riqueza cultural Árabe que vino con ellos.
Esa debe ser la grandeza de México la mezcla
de esas grandes culturas, ojala que algún día abandonemos nuestro enorme trauma
y consideremos que tras la sangrienta y cruenta concepción de nuestra raza debió
nacer un pueblo orgulloso y no uno acomplejado.
Ojala un día entendamos que debemos
estar llenos de orgullo del León rampante en un maizal.
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