Muy
buenos días, gracias infinitas por estar, ¡He recibido excelentes noticias!
Endira Editorial me ha confirmado que Para decir adiós: Las dos Princesas
estará a la venta en librerías a finales de marzo y que es muy probable que yo
la tenga en mis manos en el transcurso de esta semana, un largo pero placentero
camino está por llegar a su primer destino, agradezco de todo corazón a cada
uno de los que me ha ido acompañando a través de él, ahora espero que la
historia de Montserrat y Löria pueda llegar hasta sitios a los que yo no.
En
el artículo anterior comentaba lo amargo que nos puede resultar a algunos
aceptar el éxito ajeno, es quizá por ello, que nuestra frustración puede verse
reflejada en salvajes criticas hacía quienes según nuestro criterio no tienen
los méritos suficientes para el triunfo conseguido.
En
el mundo editorial dos receptoras de esas críticas son indudablemente las
autoras de las comercialmente exitosas sagas de Crepúsculo y Las sombras de
Grey, quienes más allá de la calidad literaria de sus obras, más por moda y por
pose de sus críticos, son juzgadas por quienes ni siquiera han leído sus obras.
En
lo personal, no puedo hacer un comentario respecto a la calidad de dichas
novelas, sería irresponsable de mi parte, puesto que no he leído ninguna de
ellas y hasta el momento no pienso hacerlo, principalmente porque no son géneros
que me atraigan, pero tal como señalaba en el artículo anterior no por ello
puedo menoscabar el talento de sus creadoras para conectar con un público
masivo.
Sin
duda existen literatos con una técnica y conocimientos sorprendentes, pero que
o carecen de la imaginación para crear una obra interesante o simplemente no
conectan con el público, es natural que entre ellos y sus “pocos” seguidores surja la molestia al cuestionarse ¿cómo es
posible que obras menores lleguen a tantas personas y permitan vivir cómodamente
a sus creadores?
Lo
anterior no es nuevo, los creadores de personajes tan icónicos como Tarzán o
Sandokan, en su momento fueron criticados por producir obras banales de consumo
masivo, al día de hoy sus creaciones los han trascendido dejando mal parados a
sus detractores, por supuesto no estoy haciendo una comparación entre E.L.
James y Stephenie Meyer con Burroughs y
Salgari, sino únicamente entre los críticos
que castigan lo que es popular.
Lo
siguiente quizá a algunos pueda parecerles exagerado, pero creo que la
literatura le debe un poco a gente como E.L. James, Stephenie Meyer, Dan Brown,
John Grisham y demás autores de consumo masivo, me atrevo a decir lo anterior porque
cada uno de ellos ha logrado que por moda, recomendación o simplemente por
darles material de que charlar con los amigos, muchas personas que usualmente
no se atreven a tocar un libro –por parecerles
aburridos y fuera de moda- venzan esa barrera de reticencia y le
dediquen tiempo a la lectura, creo que eso en estos tiempos de smart phones e
ipads resulta invaluable.
Para
mí opinión, leer es importante, leas lo que leas, hay quien se opone a ello
diciendo que tal como ocurre con la comida, hay alimentos nutritivos y los hay
chatarra, por lo que señalan que el leer literatura “basura” solo te llenará la
cabeza de desechos, sin embargo yo no comparto esa opinión, si tenemos a un
individuo en estado de inanición y le brindamos una Big mac, por poco nutritivo
que le resulte al menos le permitirá seguir con vida, creo que igual ocurre con
la imaginación y el espíritu de lectura, por bajo que sea el nivel de lo que
leas, al menos activará esa parte de tu cerebro que permanecía en prolongada
hibernación.
Por otra parte, aún y cuando estén mal escritas y carentes de técnica, incluso aún cuando puedan resultar predecibles y poco innovadoras, en cada una de ellas sus autoras, crearon un universo propio a través de su imaginación y eso es mucho más plausible y meritorio que los textos que hoy se publican y logran grandes ventas, que son firmados por famosos youtubers o personajes de la farándula y seguramente son escritos por alguien más como un mero medio de aprovecharse de la fama e imagen de quienes aparecen en las portadas para conseguir grandes ventas.
Puede
que sea solo un minúsculo porcentaje, pero aunque solo fuera una por cada mil
de esas personas que leyeron Crepúsculo o las aventuras eróticas de Anastassia
Steel, la que posteriormente se aventure a seguir leyendo obras de contenido más
complejo, entonces ambas autoras habrán retribuido a la literatura mucho de lo
que sus novelas les ha dado materialmente hablando.
En
una época en la que se ha acostumbrado a la mayoría de las personas a contenido
rápidos para ser digeridos de forma inmediata para tener el tiempo suficiente
para pasar a la moda siguiente sin quedarse atrás del resto del grupo, es más
que probable que ambas novelas no pasen la prueba definitiva de calidad que
permite que un trabajo artístico se convierta en un clásico, dicho examen de
calidad no es otro sino el tiempo.
Ahora
veo a muchos autores y amantes de la literatura muy preocupados y molestos, por
la cantidad de escritores que surgimos ante la facilidad brindada por los
medios digitales, en son de broma se dice:
“Ahora
ya nadie lee, porque todos escriben.”
Los críticos
de autores populares y consagrados como Stephen King y J.K. Rowling hacen
concienzudos estudios en los que dedican cientos de líneas y miles de palabras
para señalar los errores técnicos de ambos autores, tratando de banalizar su
obra, creo que no deberían preocuparse tanto si es que en verdad aman y conocen
tanto de la literatura, puesto que solo unos cuantos en el transcurso de la
historia de la humanidad han tenido la calidad suficiente como para trascender
modas y épocas convirtiéndose en verdaderos inmortales, nombres como Cervantes,
Shakespeare, Tolkien, Homero, Víctor Hugo, García Márquez entre otros
perduraran mientras la humanidad conserve un registro de sus más grandes obras,
mientras que la gran mayoría de los que nos atrevimos a escribir, sin duda nos
perderemos bajo el cobijo de la noche de los tiempos, entonces te pregunto a ti
amante y estudioso de la literatura:
¿Por
qué te preocupa tanto el efímero éxito de
autores a los que tú consideras tan indignos?
Enhorabuena por la inminente publicación de la novela. Desde que tengo contacto bloguero contigo, he visto el empeño y las vicisitudes que han surgido a lo largo del tiempo hasta hoy, donde leo que tu largo y placentero camino toca a su fin, iniciando otro de más ilusión y felicidad. Me alegra enormemente la noticia y te felicito por ello.
ResponderBorrarRespecto al resto del artículo, donde planteas las diferentes posturas tomadas ante las obras escritas, en mi humilde opinión suele pasar como en otros tipos o temas relacionados con la calidad artística en cualquier rama de la cultura. Nunca, creo; somos objetivos. En la música, la pintura... y cómo no, en la literatura, podríamos decir aquello de -"Según el color del cristal con que se mire". Personalmente, puedo decirte que he dejado lecturas de autores consagrados o clásicos, (generalmente españoles contemporáneos o no tanto) a las pocas páginas de empezar su lectura. Cada uno somos un mundo con diferente criterio y prima en la actualidad una vorágine de ventas con las diferentes formas de influir sobre todo comprador, que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Viva la fantasía que nos permite desarrollar nuestra invención, ya sea buena o mala; el caso es que sea. Tengamos el propósito de darlo a conocer, y con uno solo de los que lo lean le agrade, creo que habrá valido la pena y si no, con la satisfacción de uno mismo basta para desarrollar todo aquello que se nos ocurra. Que ésta novela sea la primera de una larga trayectoria de publicaciones que satisfagan tu imaginación. Un abrazo.
Muchas felicidades por la publicación de "Para Decir Adios: las dos princesas", quienes ya tuvimos el placer de leerla y quedar enamorados de este universo, estamos a la espera de nuevas aventuras.
ResponderBorrarRespecto al tema que hoy atañe creo que también las adaptaciones de las películas vienen a poner mas leña a las de por si criticadas obras que mencionas, en fin yo también pienso que hay un porcentaje de personas que estas obras las inducirán al mundo de la lectura y ya estando en el "en gustos se rompen géneros"