Comenzando
una nueva semana, ahora en el mes de noviembre, les doy gracias infinitamente
por estar visitando el blog de “Para decir adiós: Las dos Princesas.”
Para
los que están de visita por primera vez, con todo gusto les comento que “Para
decir adiós” es, entre otras cosas, una historia de fantasía, que si todo sale
bien, será publicada en tres libros: Las dos Princesas, La canción del Fénix y
El Tercer Reino.
En
el transcurso de la saga, de la cual el primer libro estará disponible en
librerías en el mes de febrero del venidero 2017 y del cual La canción del Fénix
se encuentra escrita en un treinta por ciento, he intentado introducir a
diferentes criaturas del folclore mundial que me parecen fascinantes.
Si
atendemos a los principales libros de fantasía occidentales, la gran mayoría se
basan en los mitos celtas, griegos, romanos o vikingos, por supuesto que yo no
pude sustraerme totalmente de ellos puesto que son tan profundos y llenos de
historias admirables que es imposible no quedar atrapado por su magia, sin
embargo, como un acto consciente, he pretendido también incorporar
principalmente mitos ibéricos, que por supuesto como mexicano se encuentran muy
ligados a mí, y que son igual o más sorprendentes que los anteriormente
citados.
También
como un acto consciente y tratando de evitar lo que alguna vez alguien llamó
acertadamente “El síndrome del azteca volador” no he incorporado mitos
prehispánicos, más allá de que uno de los protagonistas de la historia tiene
entre sus muchas armas un Macahuitl –la principal arma azteca-.
Aclaró
a que se refiere el citado síndrome, a los mexicanos cuando nos da por
sentirnos muy mexicanos, de inmediato nos aparece el orgullo azteca y nos
sentimos guerreros águila prestos a defender la historia nacional, por supuesto
omitiendo que en esa historia nacional tenemos una invaluable herencia ibérica
y que en México los aztecas eran solo una de muchas y muy diferentes culturas.
De
tal forma el principal estadio mexicano de fútbol es, “El estadio Azteca”, una
de las televisoras nacionales es “Televisión Azteca”, los comentaristas
deportivos llaman siempre a nuestras selecciones “El equipo azteca” y no falta
el intelectual o el político que nos llama “La nación azteca.”
Por
otra parte jamás he escuchado que al referirse a algo de carácter nacional se
le imponga el apelativo de “Maya” “Huichol” “Zapoteco” “Tolteca” “Olmeca”
“Zoque” o cualquiera otra de las más de 50 culturas que habitaban lo que hoy es
México desde antes de la llegada de los españoles.
Así
es que el falso orgullo nacional, aparece puntualmente como “Azteca”, por tanto
es muy dado que para aquellos que pretendemos contar historias, para sentirnos
muy mexicanos de inmediato nos surge la pasión por nuestra historia pre
cortesiana e incluimos en nuestras narraciones elementos Aztecas aún y cuando
estos se salgan del contexto de lo que pretendemos contar, en el mundo de los
cómics nacionales esto aparecía generalmente como el azteca volador, es decir
un superhéroe vestido de caballero tigre o águila que se dedicaba a impartir la
justicia a macahuitlazos volando entre los edificios de la enorme Ciudad de México.
En “Para
decir adiós” los principales personajes son Elfos y Hadas, por lo que consideré
que dicho contexto no era el propicio para incluir elementos precolombinos, lo
cual aclaró, de ninguna manera quiere decir que en lo personal no esté
orgulloso de esa parte de mi cultura nacional, sino que pensé que tenía que ser
fiel a la historia que pretendo contar y por supuesto en ella no había espacio
para esos mitos.
Entre
los muchos mitos que me encantan esta el del Jackolope perteneciente al
folclore de los pueblos de Norteamérica, sin embargo terminé por no incluirlo
por las razones antes expuestas, pero en el artículo del próximo miércoles
platicaremos largo y tendido de tan singular y bella criatura.
Saludos! Gracias por la reflexión. Un fuerte abrazo y un beso!
ResponderBorrarMuchas gracias por la visita amiga, abrazos y los mejores deseos.
BorrarMe ha gustado tu reflexión, y espero para ver que depara tu historia. Un abrazo
ResponderBorrarMuchas gracias por tomarte el tiempo para leerme, saludos
BorrarGRACIAS POR ESTE PEQUEÑO DATO INFORMATIVO DXCELENTE MIERCOLES
ResponderBorrarGracias a ti por el generoso regalo de tu tiempo, que tengas un excelente día.
BorrarHuichol, desconozco el término. Interesante tener en cuenta que con la gran cultura azteca cohabitaban otras razas? Gracias por develarme este aspecto,un saludo para un gran escritor.
ResponderBorrarHuichol, desconozco el término. Interesante tener en cuenta que con la gran cultura azteca cohabitaban otras razas? Gracias por develarme este aspecto,un saludo para un gran escritor.
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras, los Huicholes habitan el occidente de México, principalmente en el estado de Nayarit, saludos afectuosos
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