Bienvenidos,
gracias por estar de vuelta, se acaba noviembre y estaremos entrando de lleno a
las fiestas navideñas y al último mes del año, para mí también tiene el
especial significado de estar a escasos tres meses de la publicación de Para
decir adiós: Las dos Princesas, la emoción para mí es muy grande.
En
el transcurso de la semana pasada, me dediqué a revisar de nueva cuenta (creo
que ya debo sabérmela de memoria) a Las dos Princesas, lo increíble es que aún
encontré algunos errores ortográficos los cuales ya han sido reportados a
Endira Editorial, por lo que espero que
en los primeros días de 2017 se envíe por fin a la imprenta, también estuve a
punto de confirmar mi asistencia a mi primer convención de cómics, la Concómics
de Guadalajara, una de las más grandes de Latinoamérica, para promocionar Para
decir adiós, sin embargo y dado que dicho evento sería los días 11 y 12 de
diciembre, al final consideré que el asistir sería sumamente apresurado y por
tanto no se alcanzaría a llevar el material necesario para efectuar una
promoción correcta, sin embargo agradezco a Endira Editorial su disposición
para apoyarme.
Me
hubiera encantado asistir pero creo que lo mejor es esperar al evento del
próximo año, en esta ocasión además de promocionar mi novela hubiera tenido la
oportunidad de conocer a un gran dibujante de Marvel cómics como Jae Lee y una
hermosa modelo alternativa como Riae, pero espero que el próximo año, el gran
fan que hay en mi tenga la oportunidad de conocer a otras personalidades.
Black Widow y Ronin por Jae Lee
Riae
El título
del artículo se refiere a las modas impuestas por las redes sociales, respecto
a las cuales antes que nada quiero expresar algo:
Por
supuesto no soy, o al menos creo no ser, un amargado que se opone a todo lo que
tenga éxito, ni un cascarrabias que intenta señalar solo lo malo de las cosas,
si algo me gusta lo acepto y ya, sin importar si le gusta a millones de
personas o únicamente a mí.
En
México tenemos una palabra para definir lo contrario a lo que he especificado,
le llaman “chotear” y se refiere a la acción por la que una canción, película o
actitud que al ser seguida por la gran mayoría, termina por ser repudiada por
los seguidores originales quienes refieren que eso ya está “muy choteado”.
Lo
anterior a mi muy particular juicio resulta del todo absurdo, como decía, a mi
consideración si algo te gusta es porque te agrada a ti y logró establecer una
conexión con tus sentimientos y emociones, sin importar la opinión de otros al
respecto.
Ejemplos
que he visto directamente de lo anterior son lo ocurrido con las películas Titanic
y Avatar de James Cameron, el susodicho director era admirado por todos los
seguidores de la ciencia ficción tras su grandes trabajos en Terminator, Alien
regresa y el abismo, los cuales a pesar de ser grandes éxitos de taquilla,
seguían siendo seguidas principalmente por los aficionados al género, a muchos
de los cuales les gusta específicamente por hacerlos sentir de gustos “especiales” o “únicos”
, por el contrario con Titanic y Avatar (las dos películas más taquilleras de
la historia) el fanatismo se extendió incluso hacia los que no gustan del
reservado genero de la ciencia ficción.
Cuando
recién fueron estrenadas, los seguidores de Cameron (entre los cuales me
incluyo) vitoreamos el logro conseguido por sus cintas, sin embargo a medida
que también se extendía el furor hacia un nivel general convirtiéndolas en las películas
más populares de la historia, muchos seguidores comenzaron a repudiar ambas películas
e incluso a su director, su pecado fue únicamente haber conseguido un éxito sin
precedentes que a sus fans ya no les permitiría sentirse “únicos”.
A mi
Avatar y Titanic me parecieron grandiosas y siguen pareciéndomelas, que si hay
huecos en el guión no es algo que me importe, por más de dos horas me
emocionaron transportándome a otro mundo y haciéndome sentir nuevamente un niño
y eso no lo va a cambiar el que al resto del mundo le hiciera sentir lo mismo.
Dicho
lo anterior, vuelvo a señalar no soy enemigo de las modas, al menos no de
todas, sino solo de aquellas que a mi juicio ponen de manifiesto la falta de espíritu
crítico y de discernimiento que las redes sociales nos han robado.
Desde
el Ice bucket Challenge, el Gangma Style pasando por el Harlem Shake hasta el
más reciente Manequin Challenge, lo más importante
no es el hecho en sí que se ha convertido en moda, sino la moda per se, lo importante
es seguir lo que todos están haciendo, sin importar si es interesante,
divertido o único, sino no solamente el no quedarse fuera de lo que el resto
del mundo nos dicta que debe hacerse.
Sobre
un tema similar, ya en varias ocasiones he escuchado, tanto en la televisión
como en pláticas directas, a personas que dicen:
“Debo
viajar a tal lugar o hacer tal cosa porque es una de las cosas que debes hacer antes de morir”
En
la web encontraran miles de listas por
el estilo ante las cuales yo me pregunto:
¿Por
qué puede ser vital para mí lo que otro dice que tengo que hacer?
Más
cuando esa persona no me conoce ni yo a ella, no sabe de mis gustos, anhelos o
ilusiones.
Un
ejemplo de lo anterior es el hecho de pasar el año nuevo en Times Square en
nueva york, he escuchado a personas en la televisión decir, “Fui porque es de
las cosas que debes hacer antes de morir”
A mí
me parece absurdo viajar a algún sitio o hacer algo únicamente porque una lista
lo dice o porque es la idea que me ha vendido la televisión.
Hace
unos días publique en Facebook:
“Viendo a los cientos de miles que están
haciendo el Mannequin Challenge no me sorprende que en Estados Unidos haya
ganado Trump, que en México gobierne Peña Nieto, en España Rajoy y en Argentina
Macri… y vendrán cosas peores.”
Hubo
quienes me dijeran que mi comentario no tenía nada que ver, que quería sentirme
especial o único al resto de las respetables personas que imitan el citado “reto”,
que yo sigo sin entender que tiene de reto algo tan simple y vacuo, pero en
fin, el punto es que a mi juicio tiene mucho que ver toda vez que al
convertirse en un seguidor de las modas es más fácil que caigas en las manos de
los mensajes de políticos sin escrúpulos.
Cuando
se iba a celebrar la elección presidencial en México, en la fila del supermercado escuché de viva
voz decir a una señora:
“Yo
voy a votar por Peña Nieto, porque está guapísimo.”
Ante
aquel “sesudo” comentario a mí me dieron ganas de gritarle a la dama:
“Señora
va usted a escoger presidente no a quien se la lleve esta noche a la alcoba”
Sobra
decir que como protección a mi integridad personal terminé por no decirle nada a la rolliza señora.
Al
respecto en la calle también escuché a un joven decir.
“Hay
que votar por Peña Nieto, ese es el que dicen que va a ganar.”
Es
decir el tipo iba a votar por una persona que no conocía y sobre la cual no se
había informado sobre su actuar público y antecedentes sino que lo iba a hacer
porque era la moda porque “decían” que ese era el “indicado”.
En
redes sociales compartimos sin ton ni son “noticias” de las cuales desconocemos
totalmente su veracidad, las damos por hecho y hacemos que la falsa y
perniciosa información se multiplique hasta llegar a millones de personas,
repetimos que Barack Obama ha sido el mejor Presidente de Estados Unidos cuando
no contamos con hechos fidedignos para hacerlo, cuando desconocemos de primera
mano si dicho mandatario ha dejado en una profunda crisis económica y social a su País, si las expectativas de su mandato
quedaron muy lejanas a la realidad o si de alguna manera hizo justicia a los
afroamericanos acotando la profunda brecha racial, por el contrario nos gusta
compartir el vídeo en el que baila, viaja en patineta o hace bromas con una
bascula a uno de sus empleados como si esto fuera un reflejo de su actuar como
Presidente.
A mi
juicio, dichas imágenes únicamente nos dice que el político en cuestión puede
ser sencillo, chabacano y populachero, pero en ningún momento es un referente
para catalogar su actuación como funcionario o estadista y mucho menos para
calificarlo como “el mejor en la historia.”
Incluso
hay vídeos que dicen sobre el:
“La
verdadera historia de la anécdota de Barack y Michelle.”
En
dicha “verdadera” historia se reproduce un chiste o broma que se hacía desde
los tiempos en que Bill Clinton fue presidente, cambiando únicamente a unos de
los personajes de un despachador de gasolina a un mesero, y quien lo hace se
atreve a decir que esa historia es real y más gravemente aún, es compartida por
otros sin saber que están esparciendo una mentira.
Hace
poco se hizo viral el vídeo donde una señora con una máscara de un personaje de
Starwars reía desaforadamente, ante tantos comentarios al respecto en los que
me decían que dicho vídeo era graciosísimo me dispuse a verlo con verdadero
animo e intenciones de pasar un buen rato, pero a pesar de mi voluntad por
hacerlo, las imágenes en cuestión me parecieron de lo más sosas al punto de ni
siquiera poder terminar de verlo, con lo anterior no quiero decir que yo sea
especial ni quiero sentirme único o más inteligente que nadie, simplemente
quiero señalar que a pesar de toda mi disposición lo visto no me agradó y no me
iba agradar solo porque millones de personas dijeran “esto es lo más gracioso
que he visto en mi vida”
ESTE ES EL MUNDO DEL ZOMBI , LA MANIPULACIÓN HA LLEGADO DE TODOS LADOS Y FORMAS , HE VISTO GENTE ADULTA BUSCANDO POKEMON Y MIRANDO MODAS VACIAS QUE NO LLEGAN A NADA . MUY BUEN ARTICULO, FELICITACIONES
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras, me alegra que el artículo te pareciera interesante, el tema de los pokemones también es una muestra más de como la tecnología nos va absorbiendo la mente, no estamos lejos de una de tantas distopías de manipulación tecnológica que se han escrito. Saludos cordiales
BorrarESTE ES EL MUNDO DEL ZOMBI , LA MANIPULACIÓN HA LLEGADO DE TODOS LADOS Y FORMAS , HE VISTO GENTE ADULTA BUSCANDO POKEMON Y MIRANDO MODAS VACIAS QUE NO LLEGAN A NADA . MUY BUEN ARTICULO, FELICITACIONES
ResponderBorrar¡Hola J. F. Dominguez!, en primer lugar, muchas felicidades por el lanzamiento, cada vez más cercano, de tú novela, sabemos que es algo muy importante para ti, así que tienes todo el derecho de estar emocionado.
ResponderBorrarPasando al tema que planteas en el artículo de ésta ocasión, creo que sólo resta decir que las "modas" crean un sentido de "pertenencia" o "seguridad", la idea de que formamos parte de algo, o lo que es lo mismo "que no quedamos fuera"; porque en la práctica diaria nadie quiere ser el "tipo raro" de su pueblo (eso significa problemas), y las modas precisamente nos evitan esa "pena".
Muchas gracias por leer mis publicaciones y por tus comentarios, tienes toda la razón muchos temen el "castigo" social de la exclusión, sobre todo los adolescentes, en mi época estudiantil padecí mucho de ello, toda vez que por una decisión personal no ingiero bebidas alcohólicas, motivo por el cual era muy presionado para hacerlo en las pocas fiestas o reuniones a las que era invitado, hasta que al final el grupo decidió castigarme no invitándome a ninguna de ellas por "aburrido", sin embargo no soy enemigo de las modas, solo de aquellos actos que me parecen en exceso superfluos o dañinos, no creo que allá que buscar ser diferente solamente ser tú mismo.
Borrarfelicitaciones! muy buen análisis!, la verdad es que las masas, están cada dia mas a merced de los medios; el criterio y el análisis antes de actuar para muchos ya no es ni un concepto, todo quedo supeditado a un like, a mas o menos seguidores, a la moda; lo que me da satisfacción es que somos muchos quienes no nos dejamos arrastrar por el rio de la globalización, y nos ahogamos en el mar de información, solo somos mas discretos, por eso parece que somos pocos. Un abrazo, TE DESEO UN SÚPEREXCITO CON TU NOVELA y nos leemos en la red.
ResponderBorrarMillones de gracias por los buenos deseos, por leer el blog y por comentar, efectivamente las redes sociales son una "despiadada guerra" por conseguir likes, en los que no importa lo que se haga con tal de conseguir el fin de agradar efímeramente.
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