Con
gran emoción les agradezco nuevamente estar visitando el blog de mi novela Para
decir adiós: Las dos Princesas.
Esta
semana les haré entrega de los últimos tres dibujos que tengo pendientes:
Afrodita A (de Mazinger Z), Candy Candy y Calíope y aprovechando que en México
se vienen las vacaciones de Semana Santa y tendré más tiempo para dibujar, se
podrán realizar más pedidos de ilustraciones de sus personajes favoritos.
También
se dará entrada a una nueva sección en la cual otros escritores independientes
nos presentaran el lugar donde construyen sus mundos de ensueño.
Finalmente
visitaremos nuevamente el mundo etéreo para conocer a otros personajes y mitos
y publicaré el capítulo V de Para decir adiós.
Para
empezar, les presento a un personaje muy curioso de la mitología de Chiapas,
llamado el Cadejo.
Chiapas,
es un Estado muy singular en México, se encuentra en el sureste y es la
principal frontera con Guatemala, es un sitio de una orografía muy especial, en
él hay Selva, una gran zona montañosa, una zona de valles y la costa.
Chiapas
es el segundo estado más pobre de México y el que tiene el mayor número de
etnias de pueblos originarios, por ello aquí hay un sincretismo religioso
singular.
Como en
el Caribe, aquí las etnias cambiaron a sus dioses por los santos católicos, sin
embargo en una forma de engañar a los sacerdotes españoles que buscaban evangelizar,
lo único que hicieron fue sustituir de nombre a sus deidades, motivo por el
cual las imágenes de los santos varían un
poco de las tradicionales.
Chiapas
es uno de los estados más bellos de México y de muy ricos recursos naturales,
sin embargo, salvo por Oaxaca, es el estado con menos educación y con más atraso,
lo anterior debido a la explotación de una oligarquía que se va renovando cada
seis años, pero que con la misma rapacidad saquea a este pobre estado.
De la
costa chiapaneca es de la cual yo soy originario, ahí los ancianos cuentan la
historia del Cadejo, un peculiar espectro parecido a los licántropos y que tal como estos solo ataca en las noches de
luna llena, el singular Cadejo es conocido también como el perro del diablo.
Se
trata de un canido de gran tamaño y fulgurantes ojos rojos que ataca
principalmente a los amantes de las bebidas embriagantes.
En toda
la costa de Chiapas, como en el itsmo Oaxaqueño, los pobladores son personas
muy alegres, a los que les encantan las ruidosas fiestas al ritmo de la marimba
y en las que se toman cantidades impresionantes de cerveza –el calor ahí ronda
los 40 grados centígrados-, sus mujeres son por lo general morenas de frondosos
cuerpos y tanto hombres como mujeres son propensos a las malas palabras, las
cuales se dicen naturalmente desde la infancia al grado de que ahí dejan de ser
palabras prohibidas porque se han vuelto la forma natural de expresarse.
En un
lugar como ese, hasta los espectros son peculiares, motivo por el cual, al
poderoso Cadejo, el cual no encuentra satisfacción en devorar a sus víctimas,
sino únicamente en darles una “arrastrada”, solo se le puede vencer de una
forma.
El héroe
que enfrente al enorme canido debe orinarse en un cinturón y propinar de
cintarazos al Cadejo mientras le grita de groserías, de tal forma el poderoso
animal regresará al infierno sin poder volver sino hasta con la próxima luna
llena.
Una variación
del Cadejo, es la “Cocha enfrenada”, un puerco gigante también de ojos
fulgurantes, que comparte el resto de mismas características con el canido,
incluso solo se le puede vencer de la misma forma, con el “poderoso” cinturón orinado.
En
Tonalá y Arriaga, lugar del cual son originarios mis padres, así como en el
resto de la costa de Chiapas, hay también otras singulares criaturas míticas,
como el Sombrerón, los cinco negritos, el carretero y la novia, pero será en
otra ocasión que charlaremos de ellos.
Un
gusto haber platicado con los que me honran visitando este sitio.
Saludos +J.F.Dominguez, interesante tu entrada. Yo me he aproximado a Chiapas a través de la lectura de la gran escritora mexicana del siglo XX, Rosario Castellanos, sobre todo en lo que refiere a la cultura indígena de esos lados, pero es interesante conocer sobre las tradiciones espectrales como las del Cadejo que tu mencionas. Éxitos con tu novela. Saludos y bendiciones!
ResponderBorrarMuchas gracias Mery, en Comitán, bella ciudad ubicada en la zona fronteriza del Estado, hay un museo muy interesante en la que fue casa de Rosario Castellanos, uno de los máximos orgullos de Chiapas.
BorrarChiapas al ser el estado con más diversidad de etnias, goza de una riqueza cultural enorme, que le brinda también un colorido muy especial de ahi vienen leyendas como la del Cadejo. Saludos y bendiciones para ti.
En mi país, Costa Rica, se le llama Cadejos. Básicamente es la misma leyenda que en Chiapas, pero te confieso que no conocía la forma de librarse de él.
ResponderBorrarMuchas gracias Carlos, mientras no se traté de fútbol, México y Costa Rica son paises hermanados al compartir muchos aspectos culturales más allá de simplemente el idioma. Saludos hasta la tierra de la pura vida.
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