Lo que ocurre con los planes hechos con pasión.

En mi novela Para decir adiós: Las dos Princesas, hay un momento en que una de las protagonistas se señala:

“Claro, hubiera sido así, si todo hubiera salido conforme al plan original, sin embargo lo que suele ocurrir con los pésimos planes, es que hagas lo que hagas irremediablemente están destinados a fracasar.”

En los últimos días, ha ocurrido todo lo contrario, puesto que un plan realizado con mucha esperanza y secundado con mucha emoción, por supuesto que está destinado a triunfar.

La convocatoria para el proyecto de escritura conjunta ha sido un éxito, al grado que con la finalidad de no dejar fuera a nadie, ha tenido que variar para dar cabida a más voces, lo que definitivamente lo transforma en algo aún mucho más interesante.

Ahora si en definitiva la convocatoria ha cerrado y somos seis voces que daremos nuestro mejor esfuerzo para compartir con ustedes una aventura fascinante.

Los miembros de esta tripulación, somos:

• Leila Bentahar Palate.
• Rafael Patiño Salgado.
• Marcos Prado Llusela.
• Ana López Racionero.
• J. Ricardo Reinoso Cevallos; y
• J.F. Domínguez Aguilar.

Señoras y señores, abróchense los cinturones.

¡Sera un viaje fabuloso¡

Finalmente añado la trama propuesta por Leila, ojala les guste tanto como a mí.

“Siete hombres y mujeres de diferentes estratos sociales y culturas se reúnen un fin de semana en una casa de campo. Algunos se conocen entre ellos, se guardan rencor o sienten amores inconfesables. Otros no tanto.

Cuando llegan el viernes por la tarde, a cada uno se le asigna una habitación de la cual cada uno detiene la única llave que abre la puerta a sus respectivos cuartos. Tras dejar el equipaje y acomodarse en la casa, se reúnen todos en el gran comedor para la cena, pero uno de ellos nunca asistirá a ella…

Tras descubrir el cadáver de la víctima en su propia habitación cerrada a cal y canto desde dentro, y sabiendo que la llave está en su bolsillo, los otros 6 invitados, alarmados y asustados por la intrusión de un asesino de fuera, llaman por un lado a una inspectora de policía y un detective privado.

Éstos tendrán muchos desacuerdos respecto a las pruebas y razonamientos del crimen, pero si en algo están de acuerdo, es que el asesino es uno de los seis invitados…”