Agradezco
nuevamente la enorme generosidad brindada a las líneas que escribo, en realidad
no tengo como retribuir el grandioso regalo de su tiempo y atención.
Les doy
la bienvenida una vez más y les deseo el mejor fin de semana que pueda tener.
En
México, tal como ocurre en el resto de América Latina y en España, una enorme
crisis moral nos tiene sumidos en una también muy grande y peligrosa crisis
económica.
Al
respecto recuerdo siempre las palabras de mi abuelo Francisco:
“Cuando
el hambre llega al estomago es cuando empiezan las revoluciones.”
No
puedo hablar con conocimiento de causa del resto de naciones a las que me
refiero, pero si puedo hacerlo de México.
En este
país, los políticos y los ciudadanos que lo permitimos, ocasionamos que cada
seis años, cientos de miles de buenos hombres se unan a las filas de la
miseria.
Lo
anterior es sumamente grave, el que en un País que tiene a varios ciudadanos en
la lista de multimillonarios de Forbes, entre ellos el segundo hombre más rico
de mundo, existan 52 millones de personas que apenas sobreviven día a día, es
grotesco.
En el
medio se encuentra la también numerosa clase media, la cual aspira a algún día
poder llegar a tener un poco de lo que la clase en el poder tiene, pero en realidad
se encuentra más cercana a pasar a formar parte de los mexicanos que apenas y
subsisten con poco más de un dólar diariamente.
El
problema mayor en México, es la crisis moral, en cuanto un ciudadano de clase
media tiene la oportunidad de tener un cargo público, lo primero que hace es
enriquecerse a costa del pueblo sin importar ir sumiendo más en la miseria al
resto.
Particularmente
en Chiapas, estado en el que vivo y el que he mencionado en otras ocasiones, es
el segundo más pobre de México, cada seis años –periodo de gobierno-, viene una
nueva oligarquía que parece ponerse como misión saquear al pueblo y hundir en
la miseria a este estado en el que muchos viven en una insultante miseria.
Señalo
que vienen por que desde hace décadas, las personas que han gobernado a
Chiapas, sin excepción, son hijos de Chiapanecos que no se formaron ni
crecieron en este Estado, sino que fueron únicamente registrados legalmente
aquí como una bella ocurrencia de sus padres, para crecer y desarrollarse
profesional y personalmente en el centro de México, es obvio pensar por tanto
que ninguno de ellos tiene el arraigo y el cariño por esta tierra, como para
luchar por ella.
En el
colmo de los males, desde hace décadas también, la sucesión se viene dando
entre unas cuantas familias, desde 1980 han sido gobernadores dos padres y sus
respectivos hijos, un abuelo y su nieto y un par de primos. Les suena algo a
una velada monarquía.
En 2018
habrá nuevamente cambio de gobierno y entre los aspirantes más cercanos se
encuentran dos hijos de exgobernadores.
Todo
esto viene a colación en este blog, por lo siguiente: Uno de los principales reclamos
de la clase media a la clase que vive en la pobreza, es su falta de deseo a
superarse, su falta de deseo a educarse.
De qué
manera se le puede pedir a una persona que está preocupada por ir sobreviviendo
y tratar de llevar comida día a día a su casa, que piense en otra cosa como es
el comprar libros.
Por
supuesto es un lujo que no puede permitir darse.
En
México la mayoría de los libros cuesta entre $150.00 y $300.00 su equivalente
en dólares es el de $9 a $ 17.60, como refería líneas arriba, en este País hay
50 millones de personas que apenas y sobreviven con poco más de un dólar diario.
¿Acaso
es viable pedirle a una persona que ocupe nueve días de ganancias para comprar
un libro?
Por
supuesto existen las bibliotecas públicas, pero normalmente están abiertas en
los horarios de trabajo.
Los
autores deberíamos pensar en una forma de acercar nuestros escritos a las
personas que no tienen los recursos para adquirir los costosos libros y mucho
menos tiene acceso a internet.
En la época
de la gran depresión en los Estados Unidos surgieron los pulps, pequeños libros
impresos en desechos de pulpa de madera de color amarillento, antes en
Inglaterra se vendían los Penny dreadfuls, con características muy similares y
con el mismo objetivo, ofrecer una lectura a un costo muy bajo.
Los
pulps podrían ser una de las formas de acercar la literatura a personas que no
pueden pagar por una edición tradicional de alto costo, desgraciadamente en
México no hay una editorial que se atreva a intentarlo con la falsa idea de que
a las personas no les gusta leer.
Un dato
curioso que pone de manifiesto lo ridícula que puede llegar a ser la idiosincrasia
del mexicano promedio.
El azúcar
morena es más saludable que la azúcar refinada –blanca- sin embargo el público
prefiere consumir la que es blanca.
No dudo
que algo similar podría pasar con las hojas pardas de los pulps, sin embargo
creo que vale la pena intentarlo.
Si algún
autor quiere sumarse a esta iniciativa y quiere embarcarse en esta aventura,
podemos platicar la forma de cristalizar este sueño.
Saludos
afectuosos.
La edición digital es realmente mucho más barata que la impresa. Creeme cuando digo que no hace falta una tablet de última generación para leer archivos ePub, y además un tablet económico, aun siendo un gasto importante para las personas con menos recursos, sirve para consultar internet, la wikipedia, etc. Aunque hacen falta más redes gratuitas para estas personas.
ResponderBorrarNo obstante, no es la falta de cultura lo que condena a la gente a la miseria, sino el egoísmo de los que tienen mucho y quieren aún mucho más.
Gracias por tus comentarios, efectivamente la edición digital sería lo mejor esperemos que pronto alla más sitios con WiFi público, mientras tanto creo que los pulps serían una buena opción. Saludos.
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