Al término de una semana realmente
importante para mí, en la que le presenté a mis compañeros de equipo, en la
aventura de escritura conjunta, así como a todos ustedes, el primer capítulo de
“La Magia de Valentina”, ahora es tiempo de continuar con mi firme propósito de
seguir presentando dentro del blog de Para decir adiós: Las dos Princesas, a otros
escritores noveles, en este caso una compañera más de editorial Endira, Andrea
Aliaga.
El caso de Andrea y su “Angel Mortal,
así como el de la reseña que presentaré
la siguiente semana de la novela de Sara García “September” me parecen
sumamente especiales, motivo por el cual antes de comenzar con la reseña, les
diré el porqué.
Tanto Andrea como Sara, no rebasan los
20 años de edad, muchos podrán decir o pensar, que no se puede ser consecuente
con ellas por esa razón, cuando antes de esa edad Mozart era ya un genio
consagrado de la música, o con esos mismos años Pelé ya había ganado un
mundial, por supuesto que su argumento podría ser tomado en cuenta, pero es
obvio que se estaría hablando, en dichos casos, de dos tremendos genios, cada
uno en su rama, por lo que no es justo medir en esos estándares al resto de los
individuos que no nacimos con un talento único.
Me parece muy importante destacar la
edad de dichas autoras por lo siguiente:
En mi concepción muy particular, para
escribir, más que para componer música o practicar algún deporte, debes vivir.
Si no has sentido directamente
emociones, será muy difícil que puedas expresarlas.
Por supuesto con ello no me refiero a
que hayas vivido los actos que has escrito, Salgari nunca fue un Corsario, ni
Verne viajó propiamente de la Tierra a la Luna, sin embargo seguramente en sus
novelas, plasmaron los sentimientos que ya se habían presentado directamente en
sus vidas.
En dicho sentido, si no has rebasado
los veintes y provienes de una familia más que nada funcional y has vivido en
condiciones “normales”, seguramente de lo que podrás hablar son de los anhelos
y deseos propios de la juventud y con el incipiente talento que tengan como narradoras,
lo vestirán con su propia imaginación y sus propios mundos.
Claro, que hay jóvenes que con esa edad
han tenido más vivencias que un adulto de 50 años, aquellos que han vivido en países
en guerras o les han tocado desastres familiares para muchos de inimaginable
magnitud, sin embargo la mayoría de ellos, desgraciadamente están más ocupados
en sobrevivir a su mundo que plasmarlo en un escrito.
Así que a menos que se traté de Ana
Frank o algún otro caso similar, lo “normal” es que a esa edad puedas escribir
de las preocupaciones que viven la mayoría de los jóvenes, aceptación,
adaptación y romance.
Todo lo anterior lo menciono, porque he
intentado leer ambas novelas con la mente muy abierta, ambas son de un género,
que siendo honesto, poco me importa, por lo que más que nada he tenido muy en
cuenta la posibilidad que ambas tienen de crecer en su campo.
Como he mencionado otras veces soy un
ferviente seguidor de los cómics, allá por los noventas cuando en el “mainstream”
de dicho medio irrumpió un tercer gigante, conocido como Image comics, entre
todos sus autores se destacó un jovencísimo talento, llamado Rob Lifield,
el entonces muchacho en verdad era un diamante en bruto, mucho talento en
potencia, desgraciadamente para él le llegaron demasiados halagos para tan poca
madurez.
El joven, que con estudio y dedicación podía
haber desarrollado ese talento en potencia, se estancó irremediablemente ante
la lisonja de quienes lo rodeaban y el arrollador éxito conseguido a tan corta
edad, se tornó en su peor enemigo.
Lifield, no creció nada, ni como
dibujante, ni mucho menos como escritor, sin el estudio necesario sus defectos
se fueron haciendo cada vez más evidentes, las desproporciones anatómicas de
sus dibujos terminaron por rezagarlo ante nuevos valores con mucha más humildad
y mucho más propensos a la práctica y la preparación.
He intentado hacer las siguientes
reseñas teniendo eso en mente, seré honesto totalmente con ustedes, no es mi
deseo apoyar únicamente a ambas escritoras por el simple hecho de su juventud,
pero quiero tener muy en cuenta y espero que lo hagan ustedes también, no tan
solo sus escritos actuales sino el potencial de crecer que hay en ellos.
El último comentario previo se refiere al
género, lo que también he tenido en obvia consideración, puesto que ni en el cine, el comic o la literatura,
soy un seguidor de las novelas románticas y mucho menos de las novelas
juveniles románticas, al día de hoy tengo ya 40 años y es lógico que esos temas
literarios ya no sean de mi interés, por lo mismo he intentado mediar entre la
critica veraz y el ser consecuente con un género que no me agrada.
Sin embargo advierto, a pesar de que no
sea mi genero favorito, de ninguna manera soy un enemigo de este tipo de
literatura, por el contrario soy un defensor de obras como ellas y como las
sombras de gray, porque gracias a ellas, personas que ni por accidente tomaban
un libro, se acercan finalmente a la literatura y si de los millones de
seguidores de esas novelas, unos cuantos pasan a otro tipo de literatura, estoy
convencido que a pesar de su falta de profundidad habrán cumplido con un gran
servicio para el Arte.
Dicho lo anterior, va la reseña de “Ángel
mortal”
Nombre del libro: Angel Mortal
Autor: Andrea Aliaga
Páginas: 138
Editorial: Endira
Año: 2014
ISBN: 9786078035700
Género: Juvenil, fantasía, romance
Donde adquirirlo:
En México en librerías Ghandi, Sanborns y el Péndulo.
En línea:
Costo aproximado: entre 2.50 y 3.00 dólares
Te gustará sí:
Diré que no solo te gustará, te
encantará si eres estudiante de entre secundaria (instituto) e inicios de universidad
y te ha gustado toda la nueva ola de novelas juveniles como Crepúsculo, Hush,
Maze Runner, Los Juegos del Hambre y demás, en las que los protagonistas son jóvenes,
que además de enfrentar un reto deben también vivir un tórrido romance como una
parte esencial de la trama de la novela.
Si no eres acérrimo seguidor de los
temas antes señalados, pero quieres una lectura ligera para pasar un buen rato
y con ciertas dosis de fantasía considero que también te será disfrutable.
No te interesará sí:
Si tú eres de los que creen que la
nueva ola literaria anteriormente descrita no llega ni siquiera a subliteratura,
o eres alguien con una mala leche manifiesta,
en definitiva este libro no es para ti.
Dirigido a:
Principalmente a jóvenes entre los 11 y
25 años, o a adultos que les gusten las novelas románticas, es apto para todo
público.
De que va:
Viviendo entre nosotros hay ángeles,
pero no los ángeles que tú has visto representados en los cuadros de cualquier
iglesia, sino personas que conviven diariamente con nosotros y que
aparentemente no muestran ninguna diferencia a un individuo normal.
En una secundaria de un pequeño pueblo
estudia, Amber una chica como cualquier otra, salvo que todos en su familia son
ángeles, ella es un ángel de alas negras, lo que indica mucho de su
personalidad.
Entre el mundo angelical las
capacidades están marcadas por el color de las alas, hay ángeles sanadores,
guerreros y cazadores, entre otros, pero el más especial de ellos es el Ángel
Mortal, el cual tiene potenciadas a niveles increíbles cada una de las
capacidades anteriores.
El padre de Amber fue aniquilado hace
años por un grupo de cazadores humanos, comprometidos con acabar con todos los
ángeles de la tierra, por considerar que él era el Ángel mortal que llegaría a
defender a los suyos.
Ahora el peligro se cierne sobre Amber
y todos sus hermanos quienes deberán enfrentar los retos que un grupo de
desconocidos recién llegados a su pueblo han traído para ellos, lo que se hará
más grave porque uno de ellos es Ethan, un joven por el que Amber siente una
atracción muy especial.
Lo bueno:
Su lectura es ágil y disfrutable casi
durante toda la historia, el inicio me pareció un poco lento, para pasadas las
primeras páginas se va tornando mucho más emocionante, al grado que finalmente la trama termina por atraparte, veo gran potencial en la escritora,
tomando en cuenta su edad y que se trata de su primera novela.
A mejorar:
No me gustó que tratándose de una
novela realizada por una escritora latinoamericana, todos los nombres sean
anglosajones. Hay dos momentos en que la
trama se estanca un poco y la lectura se torna pesada para aquellos que no
somos fanáticos de las obras juveniles,
afortunadamente sale de ellos.
Una de las relaciones sentimentales
entre los secundarios no me pareció del todo creíble, la noté más como
dispuesta para cumplir con la cuota de diversidad que pareciera deben tener
ahora por regla todos los libros y películas.
El punto que creo más debe cuidar la
autora es el final de sus novelas, me pareció sumamente abrupto, por supuesto entiendo
que es una saga y que no todos los temas pueden encontrar su solución en la
primera entrega, pero el de este capítulo no me pareció un climax contundente
que me dejara con un buen sabor de boca.
Valoración final:
Recomendable, si eres joven estoy
seguro que te encantará.
Insisto en el tema, no es ni de cerca
mi género favorito, aborrezco las películas de Twilight, solo pude ver la
primera y con eso me bastó, en este libro sin embargo el hecho de poder
terminar de leerlo y que por momentos en verdad lo haya disfrutado, dice para
mi mucho del talento en potencia de Andrea Aliaga, he visto con mucho gusto que
su libro es de los que mejor respuesta comercial han tenido en editorial
Endira, en su página se pueden ver muchos merecidos halagos hacia la escritora
por una creciente cantidad de fanáticos de su obra, ojala y de todo corazón
Andrea tenga a su lado gente que le haga ver no solo el talento que tiene, sino
lo mucho que puede mejorar, si ella les hace caso y en su momento trasciende de
la novela juvenil, creo que tenemos a una escritora de la que hay que estar muy
pendiente en el futuro puesto que la literatura no solo necesita grandes genios
sino gente como Andrea que atraiga a nuevos lectores.
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