Nuevamente mil gracias por la enorme
amabilidad que tienen para visitar este espacio.
Hoy quiero continuar relatándoles otro
de los mitos de hadas con los cuales he quedado encantado, en este caso se
trata de un mito oriental, que es parte fundamental del folclore de Vietnam, al
grado que el pueblo vietnamita lo considera el origen de su nación y no se
trata de un origen cualquiera sino uno tan hermoso que les dice que son hijos
de un hada y un dragón.
Au Co y Lạc Long Quân se enamoraron
perdidamente, pero su relación se torna prácticamente imposible, ella es una
hija del aire y él un hijo del fuego.
En mis libros, en los que narro las
gestas de Löria y Montserrat, todos los seres mágicos vienen de un lugar
llamado el Reino Etéreo, el cual fue creado por la Reina Matka, la primer hada,
y por el Rey Älvor, el primero de los elfos.
El mito de los hijos del viento y del
fuego, me impactó tanto que busqué hacer una adaptación llevada a los sucesos
que creé para el Reino Etéreo, plasmándolos en una narración que titulé “El juego del nombre”.
El cuento de “El juego del nombre”, es
algo largo para reproducirlo aquí completo y está planeado para ser editado en
conjunto con otros cuentos cortos, por ello para entender plenamente los
sucesos que se narran ahí, habría que leer previamente el cuento de “El
invencible” y a su vez para disfrutar éste habría que leer “Una fracción del
infinito.”
Si deseas leerlos completos solamente déjame en los comentarios tu correo electrónico
y será un placer enviártelos sin ningún costo, por lo pronto y como no es mi
deseo quitarles tanto tiempo ni abrumarlos con tantas palabras, reproduzco aquí
únicamente la parte final de “El juego del nombre” en el que se narra
plenamente el mito Vietnamita y buscando que puedan disfrutarlo más hago un pequeñísimo
resumen de los hechos previos.
En el Reino Etéreo prácticamente todos
los Elfos y Hadas viven en paz, con la excepción de Hadi, un príncipe Elfo que
considera que su padre el Rey Älvor, no le concedió los honores que merecía,
los cuales fueron otorgados a la princesa Löria, por tanto ha emprendido
diferentes gestas en contra del resto de pueblos.
En la última de ellas se hizo de un ejército
de 500 dragones, tratando de dar cumplimiento a una profecía que decía que uno
de ellos sería el invencible.
Hadi está seguro que el invencible es
Verden, un pacifico dragón que se niega a convertirse en guerrero y que se ha
compenetrado a tal grado con la cultura de los elfos que quisiera convertirse
en uno de ellos.
Syren es un hada, que como Verden
habita en Eitur, ciudad regida por Hadi, sitio en el cual los elfos y las hadas
son muy orgullosos y desprecian al resto de criaturas del Reino Etéreo, es por
ello que cuando Syren se enamora de Verden, es reprendida por su padre Dei Lai,
al grado de desterrarla a Smrt, que es como los seres mágicos llaman a la
tierra.
Mientras Syren y Verden hacían crecer
su romance, inventaron un juego en el cual se presentaban diariamente con un nombre
diferente, los últimos nombres con los que lo hicieron antes del destierro de
Syren fueron Au Co y Lạc Long Quân.
Verden, ya haciéndose llamar Lạc Long Quân, termina reconciliándose
con Hadi, quien como premio lo convierte en un Elfo y lo envía a Smrt –La tierra-
justamente al lugar donde se encontraba
Syren –Au Co- , es en este punto donde inicia el resto de la historia, el cual
se presenta con el punto de vista de varios personajes, nombrando al inicio a quién
de ellos corresponde.
Ojala sea de su agrado.
Syren.
Hace ya mucho tiempo que
llegue a esta extraña tierra, debería encontrarme acostumbrada a la ausencia de
todo cuanto amé, sin embargo en éste exilio sigo extrañando a Verden como si se
tratare del primer día en que fuimos separados e incluso a pesar de sus
acciones sigo echando de menos a mis padres, lo que no extraño es a las
montañas.
Nunca imagine que en Smrt
hubiera tal belleza, aquí hay cumbres en medio del mar, gigantescas rocas
totalmente rodeadas por el agua como nunca las había visto en ningún lugar del
Reino Etéreo, su belleza mitiga el dolor de mi destierro, he elegido como mi
casa la montaña más alta de estas tierras, la he llamado Fan Si Pan.
Aquí las criaturas son tan
frágiles, su vida es tan efímera, he visto pasar a generaciones de elefantes,
osos, ciervos, tigres, panteras, monos y aves, todos me han brindado su
confianza y amor, compartiendo generosamente esta tierra conmigo y yo he
compartido las razones de mi sufrir con ellos, me consideran una Princesa de
las montañas y creen que Dei Lai es un Rey de una lejana tierra que me envió a
prestarles protección.
Cuando llegué, el primero que
se acercó a mí fue un mono, cuando me vio surgir de entre la bruma que rodeaba
la montaña, se acercó curioso hasta mí, tomó mi mano y me preguntó:
“Princesa Hada de las
Montañas permíteme conocer tu nombre.”
Lo vi durante un tiempo sin
responder nada, no quería tener nada que ver con mi vida anterior, estaba tan
molesta que quería romper cualquier cadena que me ligara a mi padre, incluso al
nombre Elfo que él me dio, así que recordé el último de los nombres con el que
me presenté ante el único ser que verdaderamente me conocía y entonces lo adopté
como mi nombre para el resto de la eternidad, así que con convicción le respondí:
“Soy Au Co.
La protectora de todo cuanto
hay en estas tierras, llamadas Au Viet.”
Au Co.
La enorme criatura que se
encuentra a escasa distancia de mí desgraciadamente no me es del todo
desconocida, la había visto en los libros de la gran biblioteca de Eitur, sin
embargo eso no provoca en lo más mínimo que resulte menos aterradora.
Vaya suerte la mía, ser
desterrada al mismo lugar de exilio del terrible Baliqlar, la bestia marina que
sembró el terror a todas las embarcaciones mercantes del Reino Etéreo hasta que
fue vencido por la Princesa Löria, quien en una muestra de su magnanimidad le
perdonó la vida exiliándola a Smrt.
Las ilustraciones que había
visto de él no son suficientes para describir su feroz apariencia, debe tener
una talla aproximada a la de cincuenta elfos, su trompa achatada se encuentra
recubierta de un material óseo el cual se extiende por todo el lomo de su
alargado cuerpo hasta llegar a su enorme cola, sus fauces tienen cuatro hileras
de enormes colmillos, el resto de su azulado cuerpo se encuentra cubierto de
escamas, a la altura de su abdomen a cada lado tiene dos aletas, un poco más
pequeñas que la enorme aleta recubierta de hueso que tiene en su lomo, la cual
es parecida a las velas de las embarcaciones de mi padre, carece de brazos o
piernas que le permitan moverse fuera del agua, pero dentro de ésta se mueve
con velocidad inaudita, sin embargo lo más terrible en el es su canto, nadie
podría pensar que tan hermoso sonido podría salir de las fauces de aquella
horrorosa criatura, su cantar es un sonido de tal pureza que atrapa a quien lo
escucha, obligándole a seguir sus hipnóticas notas hasta ser arrastrados a la
costa para entonces ser devorados por el terrible Baliqlar.
Fueron los ciervos quienes me
lo confiaron, las panteras fueron las primeras en comenzar a desaparecer, la
ausencia de depredadores los había alegrado enormemente hasta que el primer
ciervo desapareció, luego fueron los monos, siguieron los elefantes y
finalmente el poderoso tigre.
Para cada uno de ellos soy la
protectora de estas tierras, generosamente les he llevado salud a cada una de
las criaturas que la habitan acompañándome generosamente en este destierro, por
ello a pesar que mi corazón se llenó de terror cuando el ciervo me describió a
la bestia que estaba acabando con el equilibrio que reinaba en nuestro hogar, de
todas formas acudí de inmediato a las costas, sin embargo por precaución, para
llegar ahí me transformé en una grulla.
Volé hasta que al
encontrarnos su visión me paralizó.
Su cantó me ha atrapado, no
soy inmune a su encantamiento y ya no soy dueña de mi voluntad, sin poder hacer
nada veo como devora de un solo bocado a un elefante, su hermoso cantó me lleva
hasta él, le veo abrir la boca y cuando entró voluntariamente en ella, sé que
el fin de mi existencia ha llegado.
Un mono
anciano.
Escúchenme bien, se que ahora
la sombra de la desolación ha cubierto plenamente nuestras tierras, y hasta los
otrora altivos tigres han sido obligados a vivir ocultos entre las penumbras.
Pero hubo un tiempo en que no
fue así, cuando aún no se había roto el equilibrio, ustedes los monos jóvenes
no pueden recordarlo, incluso algunos nacieron en estas lóbregas épocas en que
nuestra protectora, la generosa princesa Au Co, ya no está entre nosotros.
Sin su protección, la
mezquindad de Baliqlar quebró la armonía, pero no deben perder la esperanza,
llegará el día en que ella será rescatada de su prisión y la bestia será
vencida, la luz regresará y espero que mi tiempo no haya llegado a su fin para
poder volver a verla y llenarme con su gracia.
Lac Long Quan.
Lo último que vi en el Reino
Etéreo fue a Hadi, a quien ahora orgullosamente puedo llamar mi padre, pues
apartándose por primera vez de sus intereses personales me ha otorgado lo que
más quería.
Desgraciadamente al salir del
portal, lo primero que vi en Smrt no fue a Syren, sino a una de las criaturas
mortales que ahora se son llamadas monos, él fue quien me narró la terrible
situación que padecían y el reinado de terror que les había sido impuesto por
aquel quien se llamaba Baliqlar, aquel que tal como les había contado su
abuelo, les había robado a su generosa protectora, aquella que por la nobleza
de su corazón no podía ser otra sino Syren.
Al lado del joven mono corrí
hasta la costa, cuando vi aquel imponente mar, estupefacto olvidé por unos
segundos cual era la verdadera razón que me había llevado hasta Smrt, ante
aquellas cristalinas aguas pude ver mi reflejo y mi corazón se paralizó.
El viaje a Smrt no era el
único regalo que había recibido al despedirme de mi padre, la imagen que al
asomarme a aquellas aguas me fue devuelta era la de un elfo, uno de un porte
tal como el de Hadi.
Junto a otros monos llegó un
grupo de tigres, encabezado por uno tuerto que me narró a detalle cómo había
logrado huir de la guarida de Baliqlar, el podía guiarnos hasta ella si yo
aceptaba liderarlos para rescatar a su noble princesa Hada de ojos rasgados.
Ya no cabía duda, ella era mi
amada Syren y así tuviera que enfrentarme a un ejército de Baliqlars, nada
podría apartarme por más tiempo de ella.
Un tigre
tuerto.
Nadamos marchando hacia la
victoria, estoy seguro de ello, veo en el extraño una determinación que nunca
había visto en ninguno de mis hermanos, ni siquiera en los más majestuosos de
nuestros reyes.
El ser ha tomado nuestra
forma, se ha convertido en uno de nosotros y parece ser que no solo en
apariencia sino en espíritu, nos aconseja llegar con cautela hasta nuestra
presa, no nos apresuramos, esperaremos hasta el momento exacto en que podamos
alcanzar a la bestia, salimos del agua para ascender por una de los enormes
rocas que circundan aquel monolito donde en una de sus cuevas Baliqlar ha
instalado su guarida, una gruta comunica las dos montañas que aparentemente en
la superficie se encuentran separadas, yo sé que no es así pues conozco bien este
camino porque es el mismo que recorrí cuando logré salvar mi vida, no sin tener
desgraciadamente que haber ofrendado uno de mis ojos para ello.
Mis hermanos confían en mí,
les digo que tendremos que nadar por el inundado túnel, pero llegaremos
finalmente a una enorme bóveda en el centro de aquella mole de piedra en la
cual podremos encontrarnos nuevamente con el aire suficiente para poder vivir, nadie
duda por ningún momento, el primero en descender es aquel que hasta hace unos
momentos era tan solo un extraño, ahora sé que es mi hermano, Lac Long Quan.
Por un momento a algunos de
nosotros les llega la desesperación cuando el inundado camino parece
convertirse en nuestra última morada, pero Lac Long Quan nos inspira con su
ejemplo y no nos permite rendirnos, seguimos hasta encontrarnos nuevamente con
el preciado aire que nos permite continuar con vida, en una piedra ubicada en
el punto más alto de la bóveda de aquella caverna se encuentra nuestra
recompensa, la princesa Hada Au Co, quien aún conserva la forma de grulla con
la cual fue capturada por la terrible bestia.
Intentamos ascender, los
tigres somos grandes trepadores, pero aquel húmedo muro nos ofrece un reto
imposible de vencer, entonces Lac Long Quan toma la que nos dice es su
verdadera forma, se transforma en una imponente criatura alada llamada Dragón,
la que se eleva hasta el sitio donde la triste grulla reposa resignada su
cautiverio.
Cuando los ojos de Au Co se
encuentran con los de Lac Long Quan, mis hermanos y yo nos consideramos
afortunados por presenciar el encuentro de dos almas destinadas a estar juntas.
La magia del momento es rota
por el bramido de la bestia, la cual ha emergido del agua que llena la base de
la caverna, con un poderoso brinco ha alcanzado a Lac Lon Quan, el cual es
arrastrado al fondo del agua por Baliqlar, durante unos segundos no sabemos qué
ha pasado con nuestro hermano, daría mi ojo restante por saber que está bien.
El primero en salir del agua
es Baliqlar, quien brama de manera distinta, no ha emitido un sonido destinado
a disuadir a sus atacantes, sino uno lleno de dolor, entonces emerge Lac Long
Quan con su imponente figura, de sus fauces sale fuego, entendemos entonces la
razón del sufrimiento de la Bestia, nuestro hermano dragón cuenta con un arma
que puede hacer lo que nuestras garras no pudieron hacerle a la acorazada
bestia, quien desesperada se sumerge intentando huir, pero el paso le es
cerrado por el dragón, quien desde el fondo de la caverna sigue lanzándole las
llamaradas a Baliqlar.
Expectantes vemos con
satisfacción la desesperación de la bestia que mató a nuestros padres y
hermanos, nada aterrada de un lado a otro de la enorme caverna chocando con sus
pétreos muros, Lac Long Quan, sigue con su inclemente ataque, haciendo arder la
armadura ósea de Baliqlar quien agobiado comienza a emitir su canto.
Lac Long Quan es inmune al
hipnótico sonido emitido por la bestia, desgraciadamente, ni nosotros ni
nuestra princesa Hada lo somos también, el maligno Baliqlar nos ha ordenado
sumergirnos, con el aliento se nos escapa también la vida, mis hermanos menos
fuertes han perecido ya, yo aún tengo fuerzas para resistir un poco más
mientras me preocupo por el destino de nuestra protectora, quien en su forma de
grulla, permanece también bajo el agua.
Cuando la conciencia comienza
a abandonarme, veo sumergirse a Lac Long Quan, quien con valor arremete contra
el lomo de la bestia, Baliqlar intenta golpearlo con su cola, pero con una
velocidad sorprendente el dragón esquiva los ataques de aquella monstruosidad,
quién podía pensar que nuestro alado hermano es aún más ágil en el agua que en
el propio aire, es evidente que aquí en el interior del mar está en su
elemento.
Sin que la bestia pueda
oponerse Lac Long Quan ha llegado hasta su lomo, tomando con ambas manos su
aleta dorsal para con un gran esfuerzo arrancar uno de los huesos en forma de
espina que la recubren, al tenerlo en su poder arremete con furia en contra del
romo hocico de Baliqlar, dándole una estocada que detiene totalmente su canto.
Gracias hermano, unos cuantos
segundos más y yo también hubiera muerto, desgraciadamente a pesar de haber
salido del agua, me sumerjo en el pesar, pues el resto de mis hermanos flotan
inertes, la magia de la vida les ha abandonado.
A mi lado se encuentra Lac
Long Quan, quien ha salido de las profundidades para ver nuestro estado, con
sincero pesar el dragón ve a sus hermanos tigres caídos, me dice entonces que
los vengará, añadiendo que no debe preocuparme el que nuestra protectora se
encuentre aún en el fondo del océano, ella es una Hada y no necesita respirar,
mientras vuelve a sumergirse veo la manera en la que honrara a los tigres que
lo acompañamos en batalla, nuevamente es uno de nosotros, así derrotará a la
bestia, como uno más de mis hermanos.
Vuelvo a sumergirme, ahora
totalmente por mi propia voluntad y sin encontrarme bajo el efecto de ningún
encantamiento, deseo presenciar la forma en que la bestia que tanto dolor nos
ha traído será vencida.
Lo primero que veo es a Au
Co, la cual en su forma de grulla ha picoteado los ojos de Baliqlar,
provocándole el mismo daño que él me infligió hace algún tiempo, mi hermano ha
llegado hasta ellos, el valeroso dragón marino con la forma de tigre ha atacado
el estomago de la bestia provocándole heridas de las cuales no podrá
recuperarse nunca.
La bestia sin vida, se pierde
en el fondo del océano.
Para cuando hemos regresado a
la costa, somos recibidos por aquellos que sobrevivieron a la época de terror
de Baliqlar, por primera vez panteras, monos, aves, elefantes, osos, ciervos y
tigres nos encontramos reunidos, hoy no hay presas ni depredadores, hoy somos
parte de una misma manada que honra a sus salvadores y saluda el inicio de una
nueva época para nuestra tierra.
Au Co y Lac Long Quan dejan
atrás su forma animal, para convertirse en seres similares, en seres
complementarios, no entendemos porque nuestra princesa se ha maravillado tanto
al ver a nuestro hermano sin su forma de Dragón, ni entendemos por que cuando
se acerca hasta él para darle un fuerte abrazo y unir sus bocas, le murmura que
eso no era necesario, que ella siempre lo amó.
Mientras Lac Long Quan le
pide matrimonio, es evidente para el resto de nosotros que es el momento en que
debemos dejarlos solos, pero antes de partir, el más viejo de nosotros, uno de
los elefantes que han morado por esta tierra durante más tiempo, nos dice que desde
ese momento esa tierra será llamada Lac Viet en honor a Lac Long Quan, nuestro
Rey dragón de Lac Viet.
Au Co.
Observo las montañas que se
han convertido en mi hogar, cuanto apreciaría mi padre poder ver cumbres como
estas, ha pasado tanto tiempo desde que inclemente me desterró y he vivido tantas
maravillas en el que ahora es mi hogar, que finalmente lo he perdonado, ya no
queda en mí ningún rastro de rencor hacia él ni hacia mi madre, al fin fue su castigo
el que me permitió alcanzar lo que nunca hubiera logrado en el Reino Etéreo,
aquí he podido establecer un hogar al lado de Lac Long Quan, incluso en este
lugar he logrado lo que mi padre no ha podido conseguir, ni conseguirá en el
Reino Etéreo, a pesar de seguirse esforzando por toda la eternidad.
La realeza que él nunca
conseguirá amasando riquezas en Eitur, mi esposo y yo la hemos conseguido por
la nobleza de nuestras acciones, somos los reyes de esta tierra y protegeremos
por siempre a sus pobladores.
Mi felicidad sería completa
si no fuera por la falta de sosiego que percibo en Lac Long Quan, para
agraciarme decidió que estableciéramos nuestro hogar en las montañas, a pesar
que él ha aprendido a amarlas a través de mis ojos, vivir aquí no es lo que le hace
plenamente feliz, de cuando en cuando observo como voltea con nostalgia hacia
el océano.
No puedo seguir viéndolo así,
he decidido que volvamos a la costa, a Lac Viet, espero no extrañar tanto mis
amadas montañas como él extraña al mar.
Lac Long Quan.
Hace dos noches que hemos
vuelto a nuestro antiguo hogar, como eché de menos el agua del mar, le rogué a
Au Co que permaneciéramos en las cumbres pero no pude conseguir que lo
aceptará, ella deseaba volver aquí, estoy consciente que lo ha hecho solo por
mí y la amo aún más por ello.
A mí me ha tranquilizado
saber que hicimos lo correcto al regresar, pues la Magia así no los ha hecho
saber, Au Co y yo tuvimos un sueño la primera noche que descansamos en la
playa, mientras dormíamos vimos como la corriente del mar había arrastrado una
enorme flor hasta la costa, para cuando despertamos la enorme flor estaba a
nuestro lado, era magnifica, después de contemplarla caminamos hacia ella, ésta
se abrió y nos recibió en su seno, en su interior pasamos la segunda noche, para
cuando nos despertó su dulce perfume observamos que nos encontrábamos
acompañados por cien huevecillos dorados, Au Co los abrazó con tanta ternura
como le era posible, yo me uní a ellos enlazándolos con mis brazos durante todo
ese día y esa noche.
Hoy al despertar cada uno de
los huevecillos se había abierto dejando salir de ellos a cien hermosos niños,
nuestros hijos, con los cuales cumpliremos la voluntad de la Magia y nuestros
vástagos establecerán en esta tierra el reino de Au Lac, narrando a su
descendencia por toda la eternidad que les fue heredado por un príncipe dragón
y una princesa hada de las montañas.
Mi felicidad esta completa,
tengo a mi lado a Au Co, a mis cien vástagos y al mar.
Un preocupado ciervo.
Hoy los habitantes de Au Lac han
vuelto a las montañas, a Au Viet, nuestra protectora, nuestra amada Princesa no
podía seguir viviendo separada de ellas, cincuenta de sus hijos han heredado la
necesidad de su madre por vivir en estas cumbres, nos regocijamos enormemente
por tenerlos nuevamente cerca de nosotros.
Sin embargo no puedo dejar de
notar que en nuestro señor hay una evidente melancolía, la cual es compartida
por cincuenta de sus hijos, quienes añoran la vida al lado del mar tanto como
lo hace su padre.
Ya no soy un ciervo joven,
quizá por eso he notado en este momento de celebración lo que el resto de mis hermanos no.
Él es un hijo del fuego, ella
una hija del aire, a pesar de su mutuo amor, por cuánto tiempo más podrán continuar
juntos.
Au Co.
Jamás pude anticipar las
consecuencias de este aciago momento, hace seis lunas al príncipe le fueron
comunicadas terribles noticias por las aves, el Ngu Tinh*, el hijo de la bestia,
había vuelto y con él la oscuridad, Ngu Tinh debería haber agradecido la
clemencia que se le tuvo, pero el ansiaba tanto tener de vuelta aquello que
sentía le había sido robado, que por tanto la prudencia abandonó su razón.
Si bien no pude prever el
terrible desenlace que desencadenaría para Au Lac el retorno de la bestia, de lo que
siempre tuve la certeza es de que un día Ngu Tinh volveria a hacerse presente
en nuestras vidas, lo supe desde que lo conocí en aquella gruta, la guarida a
la que Baliqlar me llevó con tanto cuidado, puso tal diligencia solo para que
yo sirviera de alimentó a su hijo, sin embargo en cuanto nuestras miradas se
cruzaron, el Ngu Tinh me perdonó la vida, no sin dejar de advertirme que lo
haría siempre y cuando yo permaneciera a su lado dentro de aquella caverna.
Aquel pacto que me fue
impuesto se rompió cuando fui liberada por mi esposo y los valerosos tigres, lo
cuales después de conocer de la existencia del hijo de la bestia le perdonaron
la vida, pero también le exigieron una condición, jamás debería regresar a Au
Lac.
Siempre supe que esa promesa
no se cumpliría, habría un día en que el Ngu Tinh, regresaría a imponerme un
castigo por haberlo abandonado.
Lac Long Quan y cincuenta de
mis hijos se embarcaron para darle caza, sus hermanos y yo hemos permanecido en
las montañas con gran preocupación esperando que regresen a nosotros con bien.
Una pantera se presentó hoy
ante mí con noticias que rompieron mi corazón, mi amado esposo hace días que
liquidó a la bestia, sin embargo no volvió a mí, decidió quedarse más tiempo al
lado del mar.
Un heredero
del viento.
Madre y cincuenta de nosotros
marchamos hacia el mar con la resolución de hacer volver a nuestro padre a las
montañas o de establecernos en
definitiva en las costas del mar, sin embargo en cuanto la familia se reunió,
los evidentes hechos cancelaron la necesidad de palabras.
*Ngu Tinh: nugú tin
Los príncipes tienen el
corazón roto, podían sacrificarse a sí mismos, pero jamás sacrificarían a sus
hijos, no podrían apartarlos de aquello que más aman, aun y cuando eso
significara separarse uno del otro.
Mis hermanos y yo estamos conscientes
de ello, pero eso no hace que ninguno decida sacrificarse para cambiar la
separación de nuestros padres, sin embargo no hay egoísmo en nuestra decisión,
por supuesto que la mitad deseamos regresar a las montañas tanto como el resto
desea permanecer en el mar, pero la añoranza es la razón que menos nos importa
para que la mitad haya decidido afincarse permanentemente en las cumbres de
nuestro reino y el resto en las costas.
Los hijos del dragón y del
hada de las montañas somos los protectores de Au Lac, y ofrendamos los
sentimientos de nuestros padres y la aflicción que nos produce su dolor para el
beneficio del reino, con nuestra decisión adoptamos a nuestra tierra como
nuestra madre, pues somos los Bach Viet, los hijos de Viet.
Nos dividimos, pero nos
fortalecemos, mientras los herederos del fuego cuidan de la costa, los herederos
del viento cuidaremos de las montañas, así ninguna nación por poderosa que sea
podrá conquistarnos, nadie evitara que los descendientes de los Bach Viet,
ocupen por siempre esta tierra.
Lo siento padres.
Lac Long Quan.
Los hijos de mis hijos han
poblado Lac Viet y Au Viet, han dejado de llamarla Au Lac, para fundar el
poderoso reino de Vang Lang en esta tierra a la que amo tanto, han crecido como
un pueblo digno, ahora ya no necesitan más de mi permanente protección, he disfrutado
de ellos y del mar, pero este ya no me parece tan apasionante, añoró lo que más
he amado.
Un tigre ha viajado a las
montañas, lleva una encomienda de mi parte.
Au Co.
Contemplo con emoción aquel
risco que yace en el medio del mar, casi se ha puesto el sol, el ocaso ha sido
el tiempo marcado para nuestra cita, hoy después de tanto tiempo volveré a
jugar el juego del nombre, incluso antes de comenzar puedo adivinar cómo nos
llamaremos hoy.
El será Verden y yo seré
Syren, el ocaso marca el amanecer.
20
de junio de 2013.
Al
digno pueblo de Vietnam.
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