Buenos
días les agradezco enormemente su generosidad para conmigo, sean bienvenidos al
blog de la novela Para decir adiós: Las dos Princesas.
Hoy
quiero presentarles mi única incursión “más profesional” en el cómic, con una
historia que si bien no logró ver la luz, en dos intentos se quedó muy cerca de
hacerlo.
Las
Crónicas del Reino Perdido, surgieron en mis años de estudios de preparatoria
allá por el ya lejano 1992, al inicio la historia era muy diferente de la que
hoy les presento, los personajes mágicos no tenían nada que ver con México y
España, más bien eran duendes tradicionales de los mitos nórdicos y celtas.
Mi única
intención al elaborar dicha historia era presentar un héroe infantil que no
fuera el que tradicionalmente se presentaba en dicha época, es decir el personaje que funciona
más como la victima a ser rescatada por el héroe adulto y que además para su desgracia no es más que un personaje cómico, yo deseaba que en crónicas él protagonista total fuera el niño.
Como
ocurre con las historias que se dejan cocinar a fuego lento Crónicas cambió mucho con el paso del tiempo, muchos años después
cuando ya había acabado mi educación universitaria y había regresado a Chiapas,
un amigo de mi hermano mayor me propuso presentar la historia de Luis Caballero
en un periódico de anuncios clasificados que pretendía editar en Tuxtla
Gutiérrez, como un suplemento se presentaría semanalmente mi cómic.
Trabajé
en lo que sería presentado las primeras tres semanas de publicación, con un
total de seis páginas por número, desgraciadamente por una u otra razón la
publicación no pudo llevarse a cabo.
Para
ese entonces la trama había evolucionado a lo que actualmente es, preocupado
por presentar una historia con mayor contenido acudí a una de mis reflexiones
personales favoritas, la idiosincrasia que tenemos como mexicanos.
Tal
como el producto concebido de un hecho violento, como lo es una violación, así los
mexicanos seguimos reprochando a nuestra madre –pueblos prehispánicos- su
debilidad para dejarse conquistar y a nuestro padre –España- la violencia utilizada en nuestra concepción.
De
tal forma no terminamos de aceptarnos e identificarnos totalmente ni con unos
ni con otros y somos seres sin una identidad bien definida.
Lo anterior
se presenta en crónicas a través de dos pueblos que comparten un mismo
territorio y a pesar de tener el mismo origen se ven como enemigos el uno del
otro, ante un poderoso mal que amenaza con destruirlos a ambos deberán entender
que su grandeza solo puede construirse cuando acepten las dos partes que
constituyen su todo.
Para
inicios de 2009 hice el intento más formal para editar Crónicas por mi mismo, basándome
en las publicaciones de sociales que venden publicidad, ideé publicar mi cómic entregándolo
gratuitamente en las escuelas y vendiendo un determinado número de páginas de
espacios publicitarios.
A
través de un arduo trabajo de convencimiento llevaba vendidos aproximadamente
el 50 % de los anuncios, cuando Luis Caballero y las Crónicas debieron
enfrentar a un enemigo con el que no contábamos.
Para
esa primavera la psicosis por la influenza H1N1 atacó a México, las escuelas y
muchas oficinas gubernamentales dejaron de tener clases por un largo periodo de
tiempo y como consecuencia el proyecto de Crónicas también se vio afectado, al
comprometerme a entregar gratuitamente las revista a las afueras de las
escuelas como el principal atractivo para mis anunciantes, al no tener clases
ellos dejaron de interesarse en lo que yo les vendía.
Así fue
como hasta el momento Luis Caballero aún
tiene pendiente presentar su historia a un gran público, pero si algo tiene el
chiquillo que usa la gorra hacia atrás, es compartir con su creador la
obstinación para no rendirse.
¡Fantástico comic!
ResponderBorrarMuchas gracias por leerlo y comentar, espero algún día poder continuar con el y terminarlo.
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