Mensajes de amor para liberar al mundo del odio

Muy  buenos días, comenzamos una nueva semana con trágicas noticias, hoy pensaba hacer entrega de unas ilustraciones que tenía pendientes y sobre las cuales estuve trabajando el fin de semana, pero tras los hechos acontecidos en Orlando  me resultó del todo pueril estar entregando dibujos cuando podía hablar de esto.

Siempre he sido enemigo de subirme al barco de la piedad por moda, cuando los lamentables hechos acontecidos en París suscitaron la fiebre del “Pray for parís” yo fui de los muchos que me pregunté qué ocurría con los demás sitios en los que los hechos de violencia van segando la vida de inocentes diariamente, por qué es que la tragedia en esos sitios no despiertan nuestra empatía de la misma manera.

Hace apenas unas cuantas semanas fue difundido un video en el que se presentaba un cierre de curso de una escuela en Palestina, todos se rasgaban las vestiduras al ver como niños de preescolar representaban el combate entre fuerzas palestinas e israelís.

Por supuesto lo anterior es lamentable, pero en occidente somos unos hipócritas y la mayoría de las veces nos negamos a reconocerlo.

¿Cuántos niños jugaban antes a los vaqueros contra los indios?

¿Por qué en ese caso resultaba aceptable la apología a la violencia?

¿Por qué sigue siendo aceptable cuando ahora se les enseña a odiar a otros por su color, ideología política o preferencia sexual?

Nuestra cultura siempre nos ha presentado formas de justificar la guerra y la violencia, se nos dice que las batallas que son emprendidas por los héroes blancos y  occidentales son justificadas por la libertad y la justicia.

Sin embargo es justo preguntarse por la libertad y la justicia de quién, la realidad es que en cualquier guerra generaciones de jóvenes ven coartadas sus vidas por pelear por las ambiciones de otros, luchando por dinero, petróleo y territorios.

Tras la reciente muerte de Muhammad Alí, tuve la oportunidad de ver una entrevista suya que me encantó en la cual el mejor libra por libra de todos los tiempos decía respecto a su justificación de no pelear en la guerra de Vietnam:

¿Por qué voy a ir a matar a personas que no le han hecho nada a mi gente?

Es justo que todos nos preguntemos también

¿A cuántos de los jóvenes y niños que pelean actualmente en las guerras su “enemigo” les ha hecho algo?

En mi concepto la guerra no la pelean los valientes, sino idiotas inocentes que se dejan influir por el mensaje de odio que otro les impone.

Ninguna guerra ni acto terrorista es encabezado por los lideres ni por los políticos, en todas ellas se envían en primera línea a borregos al matadero, corderos convertidos en lobos a través de un mensaje de odio que se les impone desde el nacimiento para estar dispuestos siempre para luchar las batallas de otros,  muriendo  por el beneficio de unos cuantos.

Desde muy pequeños de alguna u otra forma se nos enseña a odiar al que es diferente, a desconfiar de él y a creernos mejor que ellos, para ello nos valemos incluso de instrumentos que deberían ser puros como lo es la religión.

Toda religión busca la mejora interior del ser humano, casi siempre a través de un mensaje de amor, entonces resulta  inconcebible que odiemos a alguien solo por amar.

El que un hombre ame a otro hombre o una mujer a una mujer no los hace diferentes de nosotros, ellos tiene el mismo potencial de ser personas admirables o abominables como cualquier otro ser humano heterosexual y la forma en que desarrollen ese potencial no se los brindará su preferencia sexual sino otros factores como la educación y formación social.

Se dan cuenta de lo triste que es discriminar a alguien por expresar amor, en que nos daña el hecho de que ellos amen a otro ser humano, el cual voluntariamente decide corresponderles en ese amor.

En México el Presidente de la República anunció hace poco que en la Constitución nacional se añadiría  el derecho a los matrimonios entre personas del mismo sexo, desde que lo hizo, en redes sociales y medios de comunicación los mensajes de odio no se han hecho esperar.

No puedo entender en que daña a alguien heterosexual el que dos personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio libremente, para mi resulta obvio que su mundo y sus libertades no se verán mermadas por el derecho de otros a amarse mutuamente.

El odio debe terminar y cada uno puede ir sembrando en los más pequeños una visión de amor e igualdad, de tal forma será prácticamente imposible que en sus corazones un individuo pernicioso pueda propagar su mensaje de odio, de tal manera no peleará ni segará el milagro de la vida en otros inocentes en la búsqueda de la ambición de los líderes políticos.

Puede sonar a cliché y palabras vacías, pero hoy más que nunca este mundo necesita esparcir un mensaje de amor y educar en él a las nuevas generaciones.

Apollo y the Midnighter pareja gay en los comics 

Saludos.