Millones de gracias por cada una
de sus visitas, es solo por ellas que hoy este blog de mi novela Para decir
adiós: Las dos Princesas ha superado las 30,000 visitas.
La emoción por tal acontecimiento
es para mí muy grande, tal como cuando descubrí que llevaba 10 visitas o cuando
observe que lograba llegar a las 100.
A inicios de este año tras tres
meses de publicaciones apenas rondaba las 2500 visitas pero para mí eso era un
logro impresionante pues constituía que en ese mismo número de ocasiones
personas que ni siquiera conocía y algunas de lugares muy lejanos se habían interesado
por mis letras.
¡Combustible puro para hacer
funcionar el motor de los sueños!
Muchas gracias a cada uno de los propietarios,
moderadores y miembros de las comunidades de G+ en las que se me recibe
diariamente, sin cada uno de ellos esto no sería posible y mis escritos se
quedarían únicamente en la soledad de mi computadora.
En repetidas ocasiones les he
platicado sobre mi irrefrenable pasión por los cómics, ellos fueron los que
abrieron los puertas para mi a las letras, a la fantasía, a la ciencia ficción,
me enseñaron la materia de la que se construyen los sueños y crearon otro nexo indivisible
entre mi padre y yo.
El primer ejemplar que tuve en
mis manos, sino mal recuerdo, fue el número en el spiderman enfrentaba por
primera vez a Elektro y esa magia de los trazos de Ditko y las narraciones de
Stan Lee me capturaron para siempre.
Esta publicación del día de hoy,
tan especial para mí por constituir una celebración, está dedicada como un
agradecimiento a los señores Stan Lee, Steve Ditko y John Romita y sobre todo al mito que crearon y
que constituyó su más grande creación, Spiderman.
Por supuesto que estoy más que
consciente que ninguno de ellos leerá este agradecimiento, pero acaso eso
importa cuando se trata de agradecer.
El hombre araña es mi personaje
favorito de cuantos hay en el imaginario de los cómics y la fantasía y
constituyó un parte aguas para las historietas al presentar por primera vez a
un héroe juvenil que no necesitaba de la presencia de un adulto para encabezar
un cómic.
A diferencia de los tres grandes
de DC, Spiderman vivía en un lugar real, Nueva York, y en las viñetas se
representaban muchos de sus icónicos edificios, como el Empire State, las extintas
Torres gemelas, el puente de Brooklyn o la Chrysler Tower, todas ellas edificaciones
a las que incluso los que no vivimos en Estados Unidos podemos aspirar a llegar
a conocer algún día, a diferencia de cualquier edificio de Metrópolis o Gotham
city.
Sin embargo lo más importante
para lograr esa conexión con el personaje más allá incluso de poder situarnos físicamente
en el territorio de sus batallas, lo eran los problemas que Spidey tenía que
enfrentar diariamente, el tenía que cuidar a un familiar enfermo, hacer tareas
y exámenes en la escuela, trabajar para
pagar la renta y vivir al día, enfrentar a un jefe déspota y soportar que
frecuentemente le rompieran el corazón, todos ellos problemas con los que cualquier
niño o adolescente podría identificarse
sin ser una persona excepcional.
Spiderman conectó con millones de
jóvenes lectores porque les daba una imagen conocida con la cual era posible
reflejar nuestros sueños, preocupaciones y esperanzas.
En México durante las difícil década
de los ochentas, la historieta de Spiderman fue la única que fue publicada
ininterrumpidamente, venciendo el popular héroe de esta forma a otro problema real,
la cruel crisis económica.
Gracias a sus autores y al arácnido,
yo conté con una inspiración para aprender a leer, para aprender a dibujar y
más tarde para contar mis propias narraciones.
El niño que era allá por 1981 y
el hombre que soy hoy les están eternamente agradecidos.
¡GRACIAS SPIDEY!
Veo que tu niño está feliz lo cual es digno de un brindis: al enamorado del los cómics ¡Salud!
ResponderBorrarMuchas gracias amiga, ese niño está mas que feliz ahora que con dos cómplices de vida, como lo son mis hijos, vuelvo a vivir la niñez en todo su esplendor.
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